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Puede que esto choque con nuestras creencias, pero tomar agua caliente es un remedio milenario para curar muchas enfermedades.  Se dice que tomar durante el día pequeños sorbitos de agua caliente aumenta las defensas, desintoxica el organismo, mejora el metabolismo y ayuda a mantener un peso saludable.

Lo bueno es que ahora con el frío, apetece menos beber agua directamente de la nevera así que puede ser un buen momento para adquirir este nuevo hábito en nuestra rutina saludable, ¿no crees?

Agua, hervida el tiempo justo

Se recomienda dejar hervir el agua durante diez minutos. En ese tiempo las moléculas del agua se rompen debido al calor y se eliminan las impurezas contenidas. Se dice que es un agua totalmente pura.

Beneficios del agua caliente

• Estimula el apetito.
• Mejora la digestión.
• Cuida la garganta.
• Limpia la vejiga.
• Calma el hipo.
• Elimina la flatulencia.
• Ayuda a eliminar toxinas e impurezas.
• Ayuda a purificar el cuerpo.
• Baja la fiebre.
• Alivia la tos y la congestión.
• Potencia el sistema inmune y previene enfermedades.
• Mejora la circulación.
• Ayuda al funcionamiento de los órganos y del metabolismo basal.

Beber agua durante las comidas: sí o no

Es un dilema del que se habla mucho y hay mucha controversia, dependiendo de los expertos a los que consultemos. Yo te recomiendo que si te apetece beber agua mientras comes, la bebas. Eso sí, intenta que no sea agua fría ni helada, ya que a esa temperatura va a dificultar el proceso de digestión. Bébela mejor tibia.

Las teorías que defienden que es mejor no beber durante las comidas, también desaconsejan beberla tanto media hora antes de comer, como hasta una hora y media después. La razón es que el agua baja el fuego digestivo, la capacidad de digerir alimentos. Por ello te aconsejo que, sobre todo si sueles tener problemas como hinchazón, gases, reflujo…, pruebes a evitar el agua con las comidas.

Infusiones para todos

Las especias y las plantas potencian los efectos del agua caliente y ayudan mucho a equilibrarnos y a hacernos sentir mejor. Vamos a ver algunos ejemplos:

Te matcha para un extra de energía

Es un tipo de te verde alto en antioxidantes. En los últimos años mucha gente (yo entre ellos ) ha sustituido su taza de café matutina por esta bebida ya que aporta energía para todo el día, mejora la concentración y reduce el estrés.

Un taza de manzanilla para el insomnio

La manzanilla (Anthemis Nobilis) es una de las plantas más tradicionales y consumidas en el mundo por sus propiedades calmantes y relajantes. Lo ideal es tomarla una o dos horas antes de acostarnos. Truco: añádele leche un toque de canela. ¡Delicioso!

Tulsi para la congestión nasal

Esta hierba sagrada de la India tiene importantes propiedades, entre ellas destaca:

• Su apoyo al sistema respiratorio, especialmente interesante pata tratar desde suaves resfriados hasta bronquitis y asma.
• Además refuerza el sistema inmune al actuar como adaptógeno ante cualquier situación de estrés.
• Sus propiedades antivirales y antimicrobianas hacen bajar la fiebre.
• Mejora la digestión, muy útil en épocas del año como el invierno dónde como hemos visto la capacidad digestiva es más débil.
• Gracias a sus antioxidantes y nutrientes, ayuda a evitar la sequedad de la piel y el pelo, muy habituales en épocas de frío.

Agua con Jengibre para la hinchazón abdominal

Esta especia picante y dulce es perfecta para las personas con digestiones lentas y pesadas. Lo mejor es elegir jengibre fresco y rallarlo directamente justo antes de hacer la infusión para mantener intactas sus propiedades. Truco: añádele unas gotas de zumo de limón.

Moringa, el elixir de la juventud

Esta planta contiene cerca de cien nutrientes, casi unos 50 antioxidantes y es considerada una de las plantas más completas para la salud. ¿Sabías que las hojas secas de moringa contienen 7 veces más vitamina C que la naranja, 17 veces más calcio que la leche y 15 veces más potasio que el plátano? Su excepcional composición nutricional convierte a esta planta en una aliada para controlar desde los niveles de colesterol a la presión sanguínea pasando por su capacidad de proteger contra el cáncer a combatir el envejecimiento celular. Todo un básico en la despensa.

Consejos:

• Deja reposar el tiempo necesario. Si las tomas antes, las propiedades de la planta no pasaran al agua.
• Elige siempre plantas y hierbas frescas. Las puedes comprar al peso o en bolsas en tiendas especializadas.
• Evita las bolsitas típicas en las que no vemos en contenido. Las plantas que nos interesan pueden ir mezcladas con otras, disminuyendo así su poder curativo.
• Jengibre, cúrcuma, limón… mejor frescos: mantienen mejor sus propiedades y beneficios. Solo tienes que rallarlos antes de infusionarlos en el agua.
• Evita el azúcar y los edulcorantes: no solo son malos para la salud sino que enmascaran el sabor real de la infusión. Si quieres desengancharte del azúcar, no te pierdas este post. 
• Toma la infusión a pequeños sorbitos. Haz de este momento un ritual de disfrute contigo mismo.
• Conserva las hierbas en frascos de vidrio. Lo mejor es que estén en un lugar fresco, seco y alejado de la luz solar y las fuentes de calor.