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Deportista, ¿sabías que no necesitas comer pasta a diario?

Tiempo de lectura estimado: 2 minuto(s)

Pasta para comer, pasta para cenar, pasta después de entrenar, antes de entrenar… Durante años hemos escuchado que el plato de pasta era el básico imprescindible de las dietas de los deportistas.

Nos vendieron que la pasta era la gasolina, lo que impedía que a un deportista le diera la “pájara”. En teoría, lo mejor por su elevada cantidad de carbohidratos, el macronutriente que parecía ser lo más necesario para tener energía, sobre todo en deportes de resistencia como running, natación, esquí de fondo, triatlón…

A esta recomendación de comer carbohidratos se añadía la criminalización de las grasas, a las que se les atribuyó injustamente ser las causantes de la obesidad, problemas de corazón, diabetes… Hoy en día, todo ha cambiado mucho. Incluso hay un grupo cada vez más amplio de expertos, deportistas, entrenadores, médicos… que avalan esta teoría de que los deportistas no necesitan comer carbohidratos a todas horas, algunos de ellos son Jeff Volek, Stephen Phinney y Tim Noakes. Muchos estudios los avalan. 

¿Cómo funcionan los carbs?

Los hidratos de carbono (como la glucosa) proporcionan 4 kilocalorías por gramo que se convierten rápidamente en energía. Sin embargo, su efecto dura muy poco, lo que nos produce la necesidad de volver a comer pasada la primera hora y media.

Grasas, la principal fuente de energía

Las grasas, en cambio, son alimentos muy energéticos que producen cerca de 9 kilocalorías de energía por gramo, más del doble que el azúcar. Lo que lo hace un alimento más saciante, esto quiere decir que va a aportar energía durante mayor tiempo que un carbohidrato, en concreto, tendrás energía durante 6 horas.

“Aún así, hay que destacar que si una persona lleva muchos años tirando de los carbs en su dieta para obtener la energía de sus entrenamientos, el proceso de cambiar carbohidratos por grasas debe ser poco a poco, nunca de golpe”

“Empezar a eliminar los carbohidratos de la comida anterior al ejercicio es el primer paso: Así puedes ir acostumbrando a los músculos a entrenar sin glucógeno y ‘tirar’ de las reservas de grasas cuando es necesario”

Además de para rendir físicamente (aceleran el metabolismo y tras veinte minutos haciendo ejercicio, el organismo recurre ellas para continuar), ya nadie duda de que las grasas son un básico para la buena salud de toda la población.

Los alimentos ricos en grasa mantienen la temperatura corporal, equilibran el sistema hormonal, mejoran el estado de la piel, mejoran la digestión, previenen enfermedades mentales y cardiovasculares… Si quieres saber más, no te pierdas este post.

Riesgos de una dieta rica en carbs:

Según Dr. Phil Maffetone, médico y entrenador de atletas, hay personas a las que los carbohidratos les sientan especialmente mal provocando una especie de intolerancia caracterizada por algunos de estos síntomas:

  • Falta de concentración
  • Somnolencia después de comer
  • Gases e hinchazón abdominal
  • Sensación de hambre constante
  • Acumulación de grasa abdominal
  • Fatiga
  • Insomnio
  • Hinchazón
  • Ovarios poliquísticos
  • Antojos de dulces y cafeína

Las mejores alternativas a la pasta 

Para estar con la energía a tope para hacer deporte a diario, te aconsejo que priorices las siguientes comidas:

Grasas saludables: Si eliges grasas buenas, como el aguacate, las almendras, la mantequilla o el aceite de oliva, estarás ayudando a tu cuerpo a estar sano, nutrido y lleno de vitalidad. Una de mis recetas preferidas después de entrenar es este Guacamole con Pollo.

Proteínas a tope: Es lo que más necesita nuestro cuerpo después del ejercicio. Yo recurro a alimentos altos en proteínas como los huevos, la carne y el pescado siempre en mi dieta diaria, pero después de entrenar prefiero apostar por suplementar el plato con una proteína extra de alta calidad como éstas, que además son bajas en carbohidratos y con perfiles de BCAA (aminoácidos de cadena ramificada) hechas para estimular la síntesis de proteínas y fortalecer tejidos musculares.

Plátano a todas horas: Es, sin duda, una de mis frutas preferidas y más aún después de salir a correr. El plátano aporta carbohidratos y potasio, un mineral que combate los calambres musculares, ayuda a reponer las reservas de glucosa y además está delicioso. Lo puedes consumir solo o en smoothie, como éste que te propongo de Plátano, Cacao y Crema de Cacahuete, un imprescindible si buscamos recargar las pilas.

Avena: Además de ser baja en grasas saturadas, contiene vitaminas y minerales como el magnesio, muy útiles para el correcto funcionamiento y recuperación de los músculos. También es digestiva, aporta energía de larga duración y es muy saciante. Apunta esta deliciosa receta para después de entrenar: Mugcake de Pizza.

Natruly
Autor del post
Natruly

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