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Los beneficios del ayuno han sido más que probados: promueve la producción de la hormona del crecimiento, ayuda a quemar más grasa, estimula el crecimiento muscular, y retrasa el envejecimiento, además de reducir la inflamación del cuerpo.

Yo tengo que decir que cuando los ayunos de 24 h sin comer nada, noto mucha más energía de lo normal. Y lo más curioso para mí es que hago deporte sin haber comido nada y no noto nada de hambre.

Durante el ayuno, los niveles de insulina y azúcar en la sangre disminuyen mucho. También disminuye la producción de ghrelina (hormona del hambre) por lo que es más fácil controlar el apetito durante el día.

Muchos estudios también han comprobado más beneficios del ayuno: ayuda a limitar el crecimiento de las células cancerígenas y mejora los niveles de colesterol.

También tiene efectos positivos sobre el cerebro y mejora la capacidad de autocontrol. Esto es porque muchas de las veces que pensamos que tenemos hambre, en realidad no es así. Los ayunos nos dan la posibilidad de darnos cuenta de este proceso, de distinguir el hambre real del hambre emocional. 

Beneficios del ayuno avalados por la ciencia:

• Reduce la inflamación y el estrés oxidativo: la inflamación está detrás de muchas dolencias y también del envejecimiento prematuro. 

• Mejora el sistema inmune: El proceso de autofagia, en el que el cuerpo se regenera y comienza a eliminar las células dañadas y todo lo que ya no sirve, potencia además el sistema inmune, según muchos estudios. 

• Evita el sobrepeso y la obesidad: Uno de los efectos del ayuno intermitente es que incrementa el metabolismo, lo que puede ser de gran ayuda para mantenernos en un peso óptimo. 

• Bajan los niveles de glucosa en sangre y la resistencia a la insulina: Este efecto beneficia especialmente a las personas con resistencia a insulina y diabetes tipo 2.

• Incrementa la longevidad: Estudios con ratas han concluido que las que ayunan presentan viven más y con mejor salud.

• Ayuda a combatir enfermedades degenerativas, como el Alzheimer: De momento solo existen estudios con animales, pero son muy esperanzadores. Parece que el ayuno protege el cerebro, aumenta la regeneración de las células nerviosas y mejora la capacidad cognitiva.

• Activa el metabolismo y la ganancia de masa muscular, aumentando la producción de hormona del crecimiento: Hay varios estudios que han encontrado que hacer ayunos puede aumentar de forma natural los niveles de hormona de crecimiento, la hormona clave para incrementar el metabolismo, la masa muscular y la fuerza.

Errores frecuentes en la práctica del ayuno

• Comer sin control: Los periodos de ayuno no implican que cuando comamos de nuevo, tengamos que comer el doble. Es importante que después de un ayuno, la dieta siga siendo variada, equilibrada y por supuesto con unas cantidades adecuadas a nuestras necesidades.
• Reducir la ingesta total: Tampoco se trata de comer menos, sobre todo si somos personas activas y deportistas. El ayuno solo implica comer lo mismo en un número menor de ingestas. Cuida mucho que al final tu cuerpo haya recibido el aporte necesario de vitaminas, nutrientes, proteínas, grasas…
• No beber agua suficiente: Hay personas que en los periodos de ayuno se olvidan de beber agua y esto es un error importante. Piensa que durante la fase de ayuno el cuerpo comienza con la autofagia, un proceso natural en el que el organismo elimina toxinas limpiándose y regenerándose en profundidad. El agua contribuye a esa limpieza y a ese barrido de las toxinas, así que es importante asegurarse de beber agua para ayudar a los órganos de eliminación de residuos como riñones, intestino o hígado.
• Tomar bebidas azucaradas: Estas bebidas no son recomendables nunca, y menos aún en los periodos de ayuno. Las bebidas y refrescos azucarados y edulcorados impactan enormemente en la flora intestinal y pueden crear desequilibrios a nivel pancreático, biliar, hepático…

¿Cuántos días puedo hacer ayuno para obtener todos los beneficios?

Esta pregunta que solemos hacernos depende mucho de cada uno y de cómo se vaya sintiendo. Yo por ejemplo, os recomiendo que empecéis un día a la semana, no es mucho sacrificio ni implica mucho cambio en la rutina y puede servir de entrenamiento. Después, puedes ir haciéndolo más frecuentemente si lo sientes bien. ¡Recuerda que lo más importante es que escuches tus necesidades!

Seguro que si somos honestos, muchos días cenamos porque es la hora, no porque tengamos hambre, ¿verdad? Pues de eso se trata, de escuchar nuestras necesidades. ¿Sabías que los animales dejan de comer cuando están enfermos? Lo hacen de forma natural, instintivamente usan el ayuno para curarse. Aplicado a nuestra vida, quizá podríamos hacer un ayuno después de una comilona, podría ser para muchos lo más lógico y natural 😉

Es importante que si hacemos un ayuno, por ejemplo, de 16 horas a diario, nos aseguremos de que a final de semana en total, hemos ingeridos todos los nutrientes y vitaminas necesarios. No se trata de comer menos, sino de comer en unos periodos concretos. Si lo haces una vez por semana, no es necesario que modifiques los menús del resto de días de la semana.