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Puede que lleves una vida sana, que hagas deporte de forma regular, que no te saltes la tabla de abdominales ni un solo día y aún así siempre notes que la tripa está hinchada, ¿por qué?

La respuesta podría estar en los procesos inflamatorios del organismo asociados a agentes externos como el estrés. Cuando estamos estresados durante un tiempo prolongado, el cuerpo se prepara para una situación amenazante liberando una hormona llamada cortisol.

Mucho se está hablando últimamente de esta hormona y sus consecuencias cuando se dispara, pero una de las más llamativas es que libera glucosa en la sangre y hace que el cuerpo coja peso y se inflame.

El cortisol elevado hace que el metabolismo se ralentice, que el tracto intestinal se ralentice, lo que hace que disminuyan las enzimas que digieren la comida y la absorción de nutrientes y minerales sea deficiente.

Síntomas además de barriga hinchada 

Además de hinchazón sobre todo en la parte baja del abdomen, esta patología de barriga hinchada por inflamación va acompañada de:

• Gases
• Rigidez
• Dolor abdominal
• Malas digestiones
• Fatiga
• Colon irritable

Los alimentos que inflaman la tripa:

Sí, hay alimentos que inflaman, que irritan, que causan hipersensibilidad y alergias. Además nos roban vitalidad y envejecen nuestras células. Vamos a conocerlos.

Gluten: trigo, centeno, cebada, espelta y kamut son cereales con gluten. El gluten puede ser claramente un alérgeno para nuestro cuerpo causando una reacción inflamatoria por parte del sistema inmune.

Embutidos y carnes procesadas: son ricos en compuestos inflamatorios como los productos finales de glicación, que se forman especialmente al cocinarlos a altas temperaturas, y que se asocian con la inflamación.

Alimentos procesados: el organismo reacciona porque no tiene la capacidad de digerir y metabolizar los químicos artificiales, como los conservantes y los colorantes. No los identifica como alimentos, de hecho, podríamos decir que no lo son.

Azúcar refinado y edulcorantes: provocan un pico de glucosa en sangre, que a su vez eleva los niveles de insulina en sangre desencadenando la inflamación. ¡Cuidado con los refrescos!

Harinas refinadas: bollería, pan blanco… elevan la insulina también e hinchan la barriga.

Aceites hidrogenados: de coco palma, o las margarinas son alimentos muy ricos en omega-6 y un abuso de su consumo desequilibra la proporción entre ellos y los omega-3, conllevando una reacción de inflamación en el cuerpo.

Alcohol: aumenta los niveles de inflamación y contribuye a la permeabilidad intestinal, que facilita el paso de toxinas al torrente sanguíneo, afectando a la salud general del cuerpo.

Hábitos que ayudan mucho a desinflamar la tripa

• Infusiones digestivas y calmantes: puede sonar a receta de la abuela pasada de moda y manida, pero de verdad que nada como una infusión tibia de manzanilla, anís, canela, clavo o jengibre para calmar los intestinos y bajar la inflamación interna.
• Jengibre, un básico: en infusión, en los guisos o mejor aún, mastica un poco de raíz de jengibre antes de comer y notarás como la digestión y la dispepsia mejoran considerablemente.
• Comer despacio: Reserva al menos media hora para comer con calma. Masticar mucho los alimentos y mezclarlos bien con la saliva nos asegura una buena digestión.
• Masticar bien: de cómo masticamos dependerá la calidad de la digestión, la mejor absorción de los nutrientes de los alimentos, la correcta eliminación de toxinas e incluso la cantidad de comida que tomamos. Lee más en este post. 
• Masaje drenante: un gesto tan sencillo como masajear el abdomen, siempre en el sentido de las agujas del reloj y siguiendo la disposición de los intestinos, puede ser muy eficaz para la barriga hinchada. 10 minutos son suficientes para notar un alivio considerable.
• Muévete: hacer algo de deporte al menos tres días a la semana es perfecto para sentirnos más ligeros. Además, el ejercicio evita la inflamación celular, mejorar la salud y evitar el envejecimiento.
• Clases de yoga: los beneficios del yoga y la meditación en el descanso del estrés y la ansiedad ya son más que conocidos. Una práctica constante ayuda a eliminar tensiones físicas, oxigena el organismo…
• Descansar bien: al menos 7 u 8 horas de un sueño de calidad y reparador ayuda mucho a estar más tranquilos y bajar el nivel de estrés. Si aún dudas de la importancia de un sueño reparador, tienes que leer esto. 

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