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Los errores que cometemos en el desayuno

Tiempo de lectura estimado: 3 minuto(s)

Ya sabéis que, en contra de lo que hemos venido escuchando durante años, el desayuno no es la comida más importante del día. Es exactamente igual de importante que las demás y, de hecho, si elegimos los productos típicos que la industria alimentaria nos ha vendido para este momento del día (bollería, cereales, zumos…) casi es mejor que no desayunemos.

Yo personalmente hay muchos días que me salto esta comida para practicar un ayuno intermitente, y me siento perfectamente. No es imprescindible. Aún así, el desayuno es uno de mis placeres culinarios preferidos, y cuando lo hago me gusta cuidarlo al máximo.

¿Para qué desayunamos?

El desayuno tiene que ser una comida que nos aporte energía para todo el día, que nos de fuerza para afrontar la jornada sin bajones físicos ni mentales; también debe ser una comida que sacie y evite que elijamos snacks insanos a media mañana. Por ello, creo que no debemos tomar cualquier cosa, sino planificar bien ese plato y convertirlo en algo equilibrado y completo con productos de verdad.

Las proteínas y las grasas saludables son para mí imprescindibles en esta primera ingesta del día ya que van a conseguir saciarnos y evitar que nos den antojos durante la mañana. Los carbohidratos, tan habituales en los desayunos de nuestra cultura gastronómica, no serían lo más recomendable ya que hacen que incremente la concentración de glucosa en la sangre y que el páncreas secrete insulina.

Qué debemos desterrar del desayuno

Seguramente muchos de esos alimentos que desde siempre se han asociado al desayuno y que no solo no aportan nada, sino que son procesados, la mayoría llenos de azúcar, aditivos y grasas saturadas. Aquí te doy algunos ejemplos:

  • Bollería y galletas
  • Pan blanco
  • Mermeladas
  • Cereales azucarados
  • Yogures azucarados
  • Zumos envasados
  • El clásico zumo de naranja: Sí, aunque no lo creas no es lo más recomendable. Al exprimir la naranja se pierde la pulpa, dónde se encuentra toda su fibra y aumenta mucho la absorción de azúcar a nivel intestinal. Lo ideal sería comer la naranja entera para beneficiarnos de la fibra. Además, algunos estudios recomiendan limitar su consumo, ya que es sana pero contiene mucha cantidad de fructosa.  

En resumen, mi fórmula para el desayuno perfecto sería: 

+ GRASAS BUENAS  – AZÚCAR   + PROTEÍNAS    -CARBOHIDRATOS

Qué errores cometemos en el desayuno:

Desayunar con prisas: Es habitual desayunar en cinco minutos, de cualquier manera, incluso sin sentarnos. Te recomiendo que si vas a desayunar, pongas un poco antes el despertador para disfrutar de esta comida con tranquilidad. Si ingerimos los alimentos de forma rápida y sin masticar correctamente, no los asimilamos e incluso hay mayor riesgo de comer de más.

Tomar siempre lo mismo: No cenas todos los días lo mismo, ¿verdad?, ¿Por qué entonces desayunas siempre lo mismo? Es importante variar los alimentos que tomamos a primera hora del día para dar a nuestro organismo el máximo número de nutrientes y cubrir todas sus necesidades. 

Obligarnos a desayunar: Si te levantas sin hambre, no te obligues a tomar algo antes de salir de casa. No pasa nada, ya comerás cuando te apetezca.

Empezar el día con un mal hábito: Si empiezas el día comiendo bollería y un batido envasado, será más fácil que durante el resto del día repitas esas tendencias dañinas y lo mismo con los alimentos sanos: cuanto más los consumas, más te los pedirá el cuerpo 😉  Los estudios también relacionan el consumo de alimentos procesados con una mayor ingesta de calorías.

Las mejores opciones para un desayuno saludable:

Huevos: los tomo casi a diario porque es uno de los alimentos más completos que existen: el huevo aporta  proteína de alta calidad, previene la degeneración muscular, fortalece los huesos

Grasas buenas (aceite, aguacate, frutos secos, mantequilla): estos alimentos ricos en Omega 3 tienen efectos beneficiosos sobre el corazón, la sangre, las articulaciones, la piel, la vista e incluso el cerebro. Uno de mis placeres es echar una buena cucharada de Crema de Cacahuete Bio (mi preferida) en cualquiera de mis desayunos: queda bien en tostadas, pancakes, porrigge, hasta en la tortilla 😉 

Avena: es un cereal de absorción lenta, posee un mayor número de nutrientes que el resto de los cereales, neutraliza los ácidos del cuerpo y al tener un efecto saciante, aporta energía de larga duración evitando el picoteo constante.

Cacao: su alto contenido en proteínas y grasas, así como su alto aporte energético lo convierten en un aliado imprescindible en el desayuno. Además, la cafeína y teobromina hacen que incrementen los niveles de atención y el magnesio retrasa la fatiga. ¿Se te ocurre una forma mejor de acabar el desayuno que con una onza de chocolate?   

Mis recetas preferidas para empezar el día: 

Tortitas de Avena y Chocolate

Barrita energética de Zanahoria y Nueces + Smoothie Vegano

Porridge salado

Magdalenas de Avena, Plátano y Chocolate

Cookies de Crema de Frutos secos

Tortilla de Aguacate, Jamón y Espárragos

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Natruly
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Natruly

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