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Este mes hemos emprendido un viaje por la gastronomía del mundo. Nada nos gustaría más que poder descubrir otros países y culturas, pero de momento hay que conformarse con hacerlo desde casa. Cuando uno viaja, especialmente si es a un lugar exótico o diferente de su cultura, lo primero que investiga es la gastronomía. Y una de las formas más sencillas de tomar contacto es a través de las salsas.
Estas salsas del mundo, así como las ideas para acompañarlas, son muy rápidas de preparar y aúnan todo el sabor de las diferentes gastronomías típicas. Desde los toques picantes de México, hasta las salsas más densas de los países que rodean a los Alpes, pasando por las salsas para la pasta italiana o por las salsas fetiche de la gastronomía asiática. Con todas estas salas, tu paladar descubrirá nuevos matices y combinaciones sin salir de la cocina de casa. Quizás puede ser un buen comienzo para pensar en cuando se pueda realizar el próximo viaje.
Desde México para el mundo: guacamole y pico de gallo
El aguacate es un fruto tan nutritivo y completo que se ha convertido en un imprescindible en muchas cocinas. Su aporte de grasas saludables es su principal éxito, junto a la facilidad para incorporarlo a nuestra dieta diaria. Más allá de su uso en tostadas o ensaladas, una de las mejores formas para consumirlo es en un rico guacamole muy sencillo de preparar. La salsa se remonta a la época de los aztecas, y se fue extendiendo por toda América como un acompañante a numerosos platos. ¿Su éxito? Sencillez y sabor.
3 aguacates medianos maduros
Media taza de cilantro fresco
Zumo de una lima
Media cebolla roja
Sal al gusto
1 tomate maduro (opcional)
Reconocemos que sentimos cierta debilidad por las salsas mexicanas porque están realmente deliciosas. Son geniales para comerlas con unos crackers de semillas o con carne de pollo y ternera. ¡Combinan a la perfección! El pico de gallo es otra de las salsas por excelencia de la cocina mexicana, en este caso con un toque de picante. También es muy sencilla de hacer, y sus ingredientes frescos como el tomate suavizan el sabor picante.
1 tomate rojo
Un cuarto de cebolla roja
1 jalapeño
Zumo de medio limón
1 puñado de cilantro fresco
Sal y pimienta
Seguro que no eres capaz de decantarte por una de las dos. No tienes por qué elegir. Hay recetas como este pollo a la parrilla que llevan ambas salsas como acompañante. ¡Ya nos contarás si al final te decantas por una!
Transpórtate al sudeste asiático: curry
El curry no es una salsa propiamente, sino que se trata de una especia que, a su vez, está formada por un conjunto de otras especias. Entre esas materias primas que dan lugar a lo que conocemos como curry está la albahaca, la pimienta, la nuez moscada, el cilantro o la cebolla. Una larga lista que, una vez combinada, da lugar a un polvo de color mostaza o rojizo. En las tiendas, el curry se puede adquirir tanto en formato polvo como en formato pasta. Y, de ahí, se puede crear una rica salsa curry tradicional para acompañar un delicioso plato de pollo o para darle un toque diferente a una ensalada variada:
1 cucharada de curry en polvo
2 dientes de ajo
200 ml de leche de coco
4 cucharadas de aceite de oliva
200 ml de caldo de pollo
Sal
200 g de cebolla
Esta salsa de curry se puede utilizar para acompañar un simple plato de quinoa, sin necesidad de añadirle pollo. También queda genial con un plato variado de verduras o para darle un extra de sabor a una sopa. Y si queremos utilizarlo para acompañar una carne, se puede añadir a unas albóndigas o a unas costillas de ternera. En general, cualquier guiso o estofado que preparemos admite una cucharadita de curry.
Además del tradicional curry color ocre que solemos conocer, hay una variante típica de la cocina tailandesa que es la salsa de curry rojo elaborada con pasta de curry rojo con leche de coco, además de otros ingredientes. En la foto de arriba, la hemos utilizado para preparar una sopa caliente de zoodles de calabacín con pollo.
1 cucharada o 1 y media de pasta de curry rojo
2 cucharadas de salsa Tamari
400 ml de leche de coco
1 l de caldo de pollo sin sal
Media cucharada de ajo picado
1 cucharada de aceite de oliva
Una pizca de albahaca
1 lima exprimida
2 cucharadas de jengibre rallado
Una pizca de pimienta negra
Mi gran salsa griega: tzatziki
La salsa tzatziki es una salsa de origen griego que se basa en dos ingredientes principales: el yogur y el pepino. Su elaboración es muy sencilla ya que se necesitan muy pocos ingredientes y el resultado es una salsa muy fresca y versátil. Sirve para acompañar unas deliciosas brochetas de pollo o como condimento del tradicional ‘pita gyro’ de la cocina griega. Pero también hay quien lo utiliza como salsa para la pizza, o como guarnición de unas ‘crudités’ o unos cracker de semillas.
1 pepino
Medio limón
1 ajo
125 g yogur ecológico
Sal
La cocina thai: salsa satay o salsa de cacahuete
Cuando pensamos en crema de cacahuete puede que se nos venga a la cabeza el típico producto que se utiliza en Estados Unidos para algunos sandwiches o tostadas. Sin embargo, la crema de cacahuete es cada vez más utilizada en otras partes del mundo por su aporte de grasas naturales, proteínas y otros nutrientes del cacahuete. En la cocina estilo thai, de Tailandia, es habitual usarla para preparar una salsa.
Media taza de crema de cacahuete
75 ml de leche vegetal
45 ml de salsa Tamari o soja
15 g de azúcar de coco
Entre las múltiples recetas a las que se le puede añadir una salsa de cacahuete tenemos el típico pad thai tailandés, o el poke originario de la cocina hawaiana. Además, cualquier carne a la parrilla o unas brochetas de salmón admiten una salsa agridulce de cacahuete. Incluso se puede emplear para preparar recetas tan originales como estas palomitas saludables.
La mejor amiga de la pasta italiana: salsa de tomate casera
Esta es una de las salsas más famosas y comunes de la lista. Un plato tradicional de pasta italiana necesita una buena salsa de tomate. Lo ideal es hacerle en casa, ya que la salsa de bote que se vende en los supermercados contiene una alta cantidad de azúcar oculto que ni siquiera percibimos al comer, además de conservantes añadidos.
10 tomates maduros
1 pimiento rojo (también se puede añadir zanahoria y cebolla)
2 cucharadas de mantequilla ecológica o de aceite de oliva virgen extra
1 diente de ajo
Sal y pimienta
Si preparas tu salsa de tomate casera con la idea de utilizarla para acompañar un plato de pasta o arroz, hay que tener en cuenta que ambos tienen una elevada presencia de carbohidratos de rápida absorción que provocan picos altos de glucosa en sangre. La quinoa o unos espaguetis elaborados a partir de tiras de calabacín son una opción mucha más saludable y energética a largo plazo. De igual modo, si preparar la salsa de tomate de base de pizza, es mejor elaborar la masa con una harina de quinoa o almendra en lugar de con harina de trigo.
La exitosa salsa de origen español: mayonesa
En una ensaladilla, con un plato de carne, en hamburguesa, en sandwich… ¿A cuántas comidas se les puede incorporar una cucharada de una deliciosa mayonesa? La base de la mayonesa tradicional es huevo, aceite y vinagre que se mezclan hasta emulsionar y obtener una especie de pasta blanquecina. Sin embargo, existe otras recetas como la de una mayonesa veganesa sin huevo.
1 taza de leche de almendra
Media cucharada de sal
1 taza de aceite de oliva
Un diente de ajo
1 cucharada de vinagre de manzana
Una cucharada de mostaza
150 g de remolacha cocida (opcional si quieres hacer una veganesa con remolacha que tenga un color rosado)
Viaja a las montañas de los Alpes: fondue de queso
Y, por último, hemos seleccionado esta fondue paleo de queso para que caigas en las redes de ese maravilloso lácteo que es el queso. Las salsas de queso para acompañar brochetas de verduras, carne o unos trozos de pan son muy típicas en países fríos. De hecho, tiene su origen en las zonas de Francia y Suiza pegadas a las montañas de los Alpes.
250 g de queso emmental rallado
250 g de queso gruyer rallado
1 taza y media de vino blanco seco
1 diente de ajo
Recetas del mundo (I): Sushi de quinoa y salmón con salsa de cacahuete