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En esta foto estoy con una de mis abuelas. De ellas aprendí muchísimas recetas, trucos de cocina… Y seguramente mi pasión por la alimentación venga de todas las horas que pasé con mis abuelas experimentando.

De ellas recuerdo también muchas creencias típicas de esa sabiduría tan característica de las abuelas. Seguro que todos tenemos muchos de estos consejos grabados a fuego por haberlos escuchado toda la vida en nuestras casas. En muchas ocasiones ellas tenían razón, pero en otras veremos que solo eran conocimientos populares que hoy en día no se sostienen ni poseen aval científico. 

¡Vamos a ver algunos ejemplos!

Gordo es sinónimo de saludable. FALSO. Puede que en la época de nuestras abuelas las carencias de la posguerra les hicieran tener estas creencias. Pero lo cierto es que hoy en día, la obesidad y el sobrepeso se han convertido en un problema grave en nuestro país que afecta ya a más de la mitad de la población. Un estudio realizado por la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) a un millar de personas, muestra que el 53,8 % de los más de 1.000 encuestados tienen problemas de peso, un 36,6 % con sobrepeso y un 17,2 % con obesidad. 

Tómate rápido el zumo que se le van las vitaminas. FALSO. Lo hemos oído cientos de veces pero, ¿qué hay detrás de este interés por qué nos bebiéramos el zumo a toda prisa? Parece que la vitamina más valiosa que tiene el zumo de naranja recién exprimido, la C, se conserva en la bebida hasta 12 horas después, según estudios de la Academia Española de Nutrición y Dietética. Así que tómatelo con calma y disfruta del zumo sin prisa. Seguramente tu abuelita solo quería que no llegaras tarde al cole.   

Caldo de huesos para los resfriados. VERDADERO. Es uno de los platos de moda, y para nuestras abuelas tenía la capacidad “de resucitar a un muerto”. Imprescindible para entrar en calor, reconfortar a los enfermos y descongestionar las vías respiratorias, hoy hasta los estudios avalan sus bondades. Eso sí, parece que la clave sigue siendo hacerlo a fuego lento, solo con paciencia parece que los ingredientes van soltando todas sus vitaminas y propiedades nutricionales.   

El desayuno es la comida más importante del día. FALSO. Las abuelas se empeñaban en que había que tomarse el vaso de leche con galletas antes de ir al cole porque si no, ¿cómo va a rendir el niño? No hay ninguna evidencia de que haya una comida más importante que otra. Por lo tanto, te recomiendo que si te gusta desayunar, lo hagas, pero si no, no es necesario. Lo que es importante es que dejes a un lado la bollería industrial y apuestes por desayunos nutritivos a base de huevos, avena, smoothies…

Come despacio que te va a sentar mal. VERDADERO. Hoy se llama Mindful Eating pero las abuelas ya conocían las bondades de comer sin prisas hace mucho tiempo: ayuda a saborear los sabores, a hacer mejor la digestión, a absorber mejor los nutrientes de los alimentos, a reconocer las señales de saciedad, a trabajar la conciencia plena… Hay incluso estudios que aseguran que las personas que comen deprisa tienen un 29% más de posibilidades de sufrir obesidad. Si quieres conocer más sobre este tema, no te pierdas este post sobre los beneficios de masticar bien.  

Una copita de coñac para abrir el apetito. FALSO. Muchos recordarán el anuncio del vino Kina San Clemente en el que se alababan las bondades de esta bebida de quina (una sustancia que se extrae del árbol del mismo nombre originario de los países andinos) para hacer que los niños se comieran toda la comida del plato. En aquellos años aún no había demasiadas evidencias, pero hoy nadie duda de los riesgos que supone el consumo de alcohol para la salud (más aún de los niños).

Un poquito de aguamiel para el dolor de garganta.  VERDADERO. La miel está reconocida por la OMS (Organización Mundial de la Salud) como tratamiento del catarro y de los dolores de garganta por su efecto antioxidante antiviral que ayuda a bajar la inflamación y a calmar el dolor. Además, hay mucha evidencia científica que apoya las propiedades de este súper alimento. Lo mejor, echar una cucharada de miel en una taza de agua caliente. 

Chupar un limón si estamos mareados. VERDADERO. Muchos escucharon de pequeños esta recomendación para evitar los mareos en los viajes en coche. Chupar un limón parecía un remedio algo absurdo e incluso puede seguir pareciéndolo, pero tiene su razón de ser. El limón contiene una sustancia que sirve para detener las náuseas, el tanino. Esta sustancia también está presente en las aceitunas, aunque por lo que sea lo que nos daban de viaje era un limón.