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Llevamos ya unos días viviendo una situación excepcional, en la que pasamos todo el día en casa y no siempre sabemos con qué entretenernos para no caer en el aburrimiento o la desesperación. Algo muy importante es mantener unos horarios y unas tareas fijas durante el día, como solíamos hacer. “Algún día haré esto”… “Tengo que probar”… “Me lo recomendaron pero no he tenido tiempo”… ¿Cuántas veces has pensado alguna de estas frases? Este es un buen momento para empezar todo eso que has dejado aparcado, o para realizar cambios en tu vida diaria que alguna vez has barajado. También para establecer una rutina y compartirla con las personas que tengas más cerca. Estas 7 actividades no solo son un buen método de entretenimiento, sino que contribuyen a sentirse a gusto con uno mismo y a hacer de nuestro entorno un lugar más amable para todos. Y, ten por seguro, que disfrutarás del camino.
1. Cocinar: cómo cambiar hacia una alimentación más natural
La cocina suele quedar relegada en las ajetreadas rutinas diarias de muchas personas que piensan que para comer sano y bien hace falta un esfuerzo demasiado grande, o emplear más tiempo del que tienen. Esto no tiene por qué ser así. Hay recetas muy fáciles que permiten innovar con los sabores, utilizar alimentos más naturales y huir de las comidas preconizadas cargadas de conservantes y de azúcares añadidos. Y existen para todo tipo de perfiles: los que empiezan a descubrir las posibilidades de la cocina, y los que ya son algo más profesionales.
Además, cocinar es una actividad ideal para realizar en familia o con amigos, en especial si se trata de postres y de niños pequeños. Estas exitosas galletas de avellana sin azúcar tienen una textura y un sabor deliciosos, y son super nutritivas. Pero, sin duda, si tengo que elegir una receta de repostería para hacer en familia me quedo con estos muffins sin gluten perfectos para hacer con tus hijos.
Más allá de la repostería, es buen momento para innovar con ingredientes que solemos utilizar en nuestro día a día. Es el caso de este pollo estilo thai con crema de anacardos. Y si no eres un principiante, y te apetece probar algo un poquito más complejo, este sushi de quinoa te convertirá en un profesional. También puedes probar la cocina vegetariana o vegana con una original mayonesa vegetal que ha sido una auténtica revolución. Estas son solo algunas de nuestras recomendaciones, de nuestras recetas favoritas, pero si te pones a innovar nos encantaría que nos mandases fotos y nos contases tu experiencia.
2. Hacer ejercicio: rutinas con un simple libro o con esas mancuernas del armario
Es algo que seguro que echan de menos los que están acostumbrados a salir a correr o a ir al gimnasio cada día. O puede que el deporte sea el gran olvidado de muchos. Las rutinas para hacer en casa son una buena manera de ocupar nuestro tiempo y de sentirnos mejor con nosotros mismos. No debemos olvidar que el deporte, literalmente, nos aporta felicidad gracias al aumento de algunas hormonas responsables de que nos sintamos mejor con nosotros mismos, menos estresados y con menos ansiedad. Además, el ejercicio bien realizado engancha un montón, y es fácil que pronto se convierta en hábito.
Y no, no necesitas tener una cinta de correr o una elíptica en el salón de tu casa para empezar una rutina deportiva. Pero sí puedes convertir tu espacio en una especie de gimnasio. Una simple silla o una mesa pueden ser grandes aliados para realizar ejercicios como las sentadillas, y un libro con muchas páginas se convertirá en una pesa para tus brazos. Lo ideal es empezar poco a poco, con rutinas de quince minutos e ir aumentando día a día tanto el tiempo como la intensidad. Si no sabes cómo empezar, puedes imitar los múltiples vídeos deportivos que hay Internet. Por ejemplo, estas dos sugerencias para realizar con mancuernas y una cinta, o sin ningún elemento.
3. ¿Aún no eres adicto a los documentales?
No se trata de ver documentales, series, o de leer libros que te resulten aburridos, sino que puedes buscar aquellos que sean más acordes a ti, que te aporten una visión distinta o, simplemente, un poquito de humor. Si has llegado a este blog es porque te gusta el mundo de la cocina, así que seguro que te resultan interesantes los documentales sobre la industria alimentaria actual como Fed Up, centrado en el imperio del azúcar, o Podredumbre. Y no te puedes perder What the Health, un documental sobre la relación entre la alimentación y la salud que no ha dejado a nadie indiferente.
Otros nos sirven para adquirir conciencia, y empezar a cambiar las cosas, como Cowspiracy o Cooked, sobre la relación de los seres humanos con la comida, y las consecuencias para la sostenibilidad del sistema y el bienestar del planeta. En esta misma línea, encontramos True Cost, que pone el acento en la industria de la moda. Otros sirven para paliar ese mono de ver deporte debido a la suspensión de las competiciones deportivas, como Resurfacing, acerca de la vida deportiva y lesiones de Andy Murray, o The Game Changers, que combina temática deportiva y dietética.
El humor siempre será un gran compañero de viaje. En The Chef Show encontraremos risas con dosis de telerrealidad, además de trucos y recetas. Más allá de la cocina, series como Paquita Salas son garantía de carcajada. Pero también podemos divertirnos y reír con un buen libro, como Sin noticias de Gurb de Eduardo Mendoza. O regresar a nuestras infancias con los tebeos gracias a 100 años de TBO. Y, por supuesto, puedes rescatar esos clásicos de la literatura que tienes en la estantería como Cien años de soledad, o el apasionante viaje interno en el que te embarcas con El viejo y el mar. U otros de los grandes protagonistas de nuestras librerías particulares: los libros de cocina. Acuérdate de ese viejo texto de repostería, de cocina saludable, o descubre la cocina más natural que va más allá de los fogones. En definitiva, busca aquello que más te mueva o interese, sigue esa serie que todos tus amigos han visto ya, o repasa los nuevos estrenos.
4. Socializar desde el sofá
Puede parecer irónico, pero no es nada banal. Mantenernos en contacto con las personas de nuestro entorno no solo ayuda a que las horas pasen más rápido, sino que nos recordará a nuestra vida habitual y hará que nos sintamos más acompañados y comprendidos. Es importante no aislarse en la habitación, o con el mando de la televisión, y relacionarse con las personas que tenemos más cerca. Las personas que viven con nosotros son perfectas para compartir ese momento en la cocina, la tabla de ejercicios o para engancharse con nosotros a una serie.
Obviamente, echarás de menos a algunas personas que no tienes cerca. Pero, ¿desde cuándo esto en el año 2020 es un problema? Whastapp, Skype, Facebook, Hangouts… todos te ofrecen servicios de videollamada para ver las caras a las personas que están más lejos. Con ellos podemos compartir cualquier anécdota o chiste, y también nos sirven (y servimos) de apoyo mutuo en los momentos en los que tenemos algún bajón. El aislamiento no es sinónimo de soledad, y nuestro estado de ánimo depende mucho de nuestras relaciones sociales.
5. Viajar: recorridos virtuales sin movernos de la silla
Puede que lo que más eches en falta sea hacer una escapada de fin de semana, o visitar algún lugar turístico. Para esas ganas de conocer mundo, puedes recurrir a tus recuerdos gracias a las fotografías y vídeos; o buscar en Google Maps ese callejuela que tanto te gustaba de aquella ciudad, y recorrerla como si estuvieses allí mismo. Esto te permitirá tanto redescubrir sitios que ya conoces, y traer a tu mente esas fantásticas vivencias. O también teletransportarte a esos destinos que siempre has tenido en mente, o a alguna playa paradisíaca. Una opción muy entretenida es recorrer espacios culturales gracias a los tours virtuales. Hoy en día puedes encontrar un montón en páginas webs de museos o vídeos realizados con la última tecnología gracias a los cuales disfrutarás desde la silla de lugares llenos de vivacidad y color como los jardines Majorelle de Marrakech.
6. Dedicar tiempo a uno mismo
Este momento proporciona una buena oportunidad para hacer todas esas cosas que a menudo dejamos a un lado. Estar en casa no es sinónimo de esperar en pijama a que pase el día, sino que se puedes conectar contigo mismo, y con tus hobbies. Pintar, dibujar, cantar, componer… no es necesario ser un profesional para disfrutar de alguna de estas tareas. La meditación, el mindfulness, también nos ayuda a sentirnos mejor y a eliminar sentimientos negativos. O algo tan sencillo como buscar “música relajante” en Youtube le viene muy bien a nuestras cabezas. Y puede que un día nos apetezca vernos mejor, ponernos nuestra ropa favorita o hacer algún tratamiento de belleza.
7. Pensar en “cuando todo pase”
Para finalizar nuestra lista de 7 actividades, te recomendamos tener un objetivo a medio plazo. Esto hace mucho más llevadero el tiempo que pasamos en casa. Este es un buen momento para pensar en el próximo viaje, empezar a organizar una acampada para el verano, o comprar la entrada de ese festival de música al que siempre has querido ir. Algo tan sencillo como recordar que tu terraza favorita volverá a estar ahí para ti y tus amigos, hará que seas mucho más positivo.
Y tú, ¿tienes otras recomendaciones?, ¿a qué estás dedicando tu tiempo en casa? ¡Compártela en los comentarios! Además, si este artículo de 7 actividades para la cuarentena te ha resultado interesante, no te pierdas nuestra newsletter.
