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“No puedo más con el cansancio”, “mañana empiezo”, “hace mal tiempo”, “tengo mucho trabajo”… Alguno de estos aspectos se puede utilizar algún día como argumento para no hacer ejercicio, pero si se emplean por costumbre es señal de que algo falla en tu motivación. A casi todas las personas les gusta o gustaría estar en buena forma porque es señal de cuidado físico y de buena salud. Pero no todo el mundo encuentra esa motivación que le impulsa a levantarse del sofá y dejar de lado el estilo de vida sedentario.
Recuerda por qué empezaste
La motivación más fuerte que hay es la de saber que trabajas para conseguir aquello que tanto has deseado. Sea cual sea la razón por la que un día decidiste que querías hacer ejercicio, nunca la pierdas de vista en tu camino. Desde mejorar tu aspecto físico a quemar algunos excesos de la alimentación, hasta desestresarse o como actividad para salir de casa. Convierte lo que hayas marcado como objetivo en tu mayor fuente de inspiración.
Pensar en eso que deseas fuertemente, te hará salir de casa o levantarte de la silla los días en los que te sientas más perezoso. También te ayudará a ir aumentando la intensidad o el tiempo de tus ejercicios. En su libro De qué hablo cuando hablo de correr Haruki Murakami afirma que lo que marca la diferencia es ese impulso que te lleva a dar una zancada más cuando sientas que ya no puedes más. La fuente de motivación más duradera en el tiempo es tu propia determinación, afán de superación y exigencia contigo mismo.
¿No conoces la regla de los 5 segundos?
Piensa en ese rato que pasa entre que suena el despertador y que decides levantarte de la cama. Para algunos serán unos segundos, para otros unos minutos, y muchos estarán directamente maldiciendo el sonido de la alarma. Según la conocida coach estadounidense Mel Robbins los primeros segundos antes de tomar una decisión son determinantes. Por eso hay que acostumbrar al cerebro a poner en práctica la regla de los 5 segundos. Te ayudará a tomar una decisión rápida sin dejarte llevar por las excusas o cualquier otra circunstancia. Muchos de sus seguidores aseguran que han incorporado a su rutina el deporte diario gracias a ella.
Mini retos motivadores
Cuando se hace ejercicio de forma habitual, se corre el riesgo de repetir siempre los mismos elementos. Esto ocurre a menudo en los gimnasios con las personas que utilizan siempre determinadas máquinas o que no cambian de intensidad ni de tiempo. Y también se da cuando se practica deporte al aire libre. Este aspecto es más importante de lo que parece, porque no ponerse nuevas metas puede conducir a la desmotivación.
Tanto para tener las ganas de practicar deporte, como para que los resultados se noten en nuestro cuerpo, tenemos que ir superándonos a nosotros mismos. Si tienes una rutina de ejercicios creada, programa cuándo aumentarás el número de repeticiones. O alarga ese recorrido que realizas corriendo. Y no te olvides de buscar siempre nuevos ejercicios que te ayuden a aumentar el trabajo de tus músculos, la resistencia y la intensidad. Cuanto más practicas, más podrás abarcar y más ganas tendrás.
Playlist con tu música favorita
Muchas personas se aburren cuando hacen ejercicio en solitario en la calle, o cuando van al gimnasio. Sin embargo, a casi todos nos encanta escuchar música. Configura una playlist que te haga desconectar, y así el tiempo se pasará mucho más rápido. Incluso querrás estirar un poco el rato de deporte antes de volver a casa para que te dé tiempo a acabar una canción o un disco.
No te olvides de cambiar a menudo la lista de canciones para que no te resulten demasiado repetitivas, y de tener una variedad suficiente dentro de tus gustos para que tengas canciones que se adapten a tu estado de ánimo. También está la opción de los podcast. Actualmente los hay de cualquier temática tanto en las páginas oficiales de las radios como en plataformas específicas de podcast. Una muy buena opción son las series en podcast, ya que te engancharás a sus tramas de investigación o misterio. Te resultarán más divertidos que los tradicionales audios para practicar idiomas.
Espiral positiva: haz que lo cotidiano sea especial
Una vez que escoges las prácticas deportivas que mejor se adaptan a ti, disfrutarás de ese rato que pasas contigo mismo o con amigos, y de los resultados que vas a ir consiguiendo. Tu cuerpo y, sobre todo, tu mente necesitarán el ejercicio físico que tan bien les sienta. Pero no todo es disfrutar del ejercicio en sí, el contexto también te puede ayudar a que te apetezca ponerte en forma. Puede ser la ropa que utilices para ir al gimnasio o salir o correr, las personas que te acompañen, o la cena que tomes después. Es importante que asocies ciertos elementos que te gusten a ese rato de deporte.
Planificar la comida es uno de los aspectos que más funciona. Te apetecerá comer algo sano y rico cuando termines de hacer ejercicio, por lo que puedes asociar ese binomio deporte-alimentación. Estarás deseando llegar a casa y preparar la receta o aperitivo que tanto te gustan, y que además tanto te mereces. ¡Seguro que pensar en ese plato tan delicioso te da fuerzas para correr diez minutos más!
Si te ha servido alguno de estos tips para hacer ejercicio, más te convencerán estas recetas saludables y ricas para después de tu entrenamiento:
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