En la barbacoa, coloca las berenjenas previamente lavadas y con piel. Déjalas cocinar hasta que la piel esté tostada y por dentro estén suaves. Esto es lo que les da su sabor ahumado. También puedes asar las berenjenas al horno durante 40 minutos.
Retira las berenjenas de la barbacoa – u horno – y colócalas en un plato.
En un mortero, machaca el ajo hasta que obtengas una pasta.
Corta las berenjenas a lo largo, por la mitad y con una cuchara retira toda la carne que debería estar muy suave. Cuidadosamente, retira algunas de las semillas y luego procede a añadir la carne de la berenjena al mortero donde está el ajo machacado.
Añade el zumo de lima, la pasta de sésamo, la cucharadita de comino, sal y un poco de aceite de oliva extra virgen. Machaca todo hasta que se obtenga una consistencia homogénea y pastosa, parecida a un puré.
Puedes añadir un poco más de aceite de oliva cuando lo vayas a servir y perejil, cilantro picado o guindilla seca, que también le sienta de maravilla. Si lo haces con antelación se intensificará el sabor y se puede conservar en la nevera durante 5 días si lo colocas en un recipiente hermético.