Precalentar el horno a 175 ºC. Prepara la harina de almendra triturando almendras peladas en un procesador de comida hasta obtener la textura de harina.
Coloca en un recipiente hondo el huevo y bate ligeramente. Añade una taza de harina de coco y la taza de harina de almendra, la levadura, la pizca de sal y mezcla bien. Debes obtener una masa firme. Si lo necesitas, ajusta la cantidad de harina o de líquido agregando un poco de aceite de oliva.
Estira la masa directamente sobre una bandeja untada con un poco de mantequilla o aceite de coco para que no se pegue. Si lo deseas, puedes usar papel parafinado.
Haz la forma de una pizza con los dedos hasta que quede lo más fina posible, pero sin que se rompa.
Mete la masa al horno unos cinco minutos.
Retírala y coloca los toppings. Comienza por la salsa y deja un borde similar al de la pizza tradicional. Evita añadir mucho líquido porque podría humedecer demasiado la masa.
Añade el queso y el salami o los toppings de vuestra elección, pimienta y orégano. Hornea aproximadamente 10 minutos hasta que los bordes estén dorados, el queso derretido y la masa crujiente.
Retira la pizza del horno y deja reposar. Sírvela con hojas de albahaca fresca por encima para darle aroma y frescura.
Trucos del chef Al no tener gluten, la masa no es flexible, por lo que si no lo haces poco a poco, se acabará rompiendo. Podéis cambiar los toppings como más os gusten, como pimientos ahumados, cebolla o setas.