Precalienta el horno a 180ºC.
Lava bien los champiñones para eliminar posibles restos de tierra.
Con cuidado y sin romper el sombrero, quítale el pie a todos ellos y sepáralos.
Coge todos los pies o tallos de los champiñones y córtalos en trocitos pequeños.
Corta el jamón serrano en trozos más o menos del mismo tamaño que los tallos de los champiñones.
Pica las hojas de perejil muy pequeñitas. El truco es quitarles el tallo y apilarlas. Se te hará más fácil. Utiliza un cuchillo afilado, así las cortarás sin que se vuelva puré.
En una sartén pon un buen chorro de aceite de oliva y sofríe los trocitos de champiñón con el jamón y el perejil. Añade sal y pimienta al gusto al relleno.
Coloca los sombreros de los champiñones boca arriba, digamos que con el agujero hacia arriba en una bandeja o molde para horno. Añade unas gotas de aceite de oliva y un pelín de sal.
Con la ayuda de una cuchara rellena los sombreros de los champiñones con el relleno.
Corta trocitos de queso provolone y colócalo justo encima del relleno.
Mete la bandeja en el horno durante 15-20 minutos o hasta que el queso se haya derretido y los champiñones estén dorados y suaves.