Precalienta el horno a 175ºC.

En un bol grande ralla el queso parmesano. Añade todos los huevos enteros y bate hasta que estén todos completamente integrados. Añade sal y pimienta al gusto.

Corta el bacon en trozos. En una sartén sin aceite deja que el bacon se haga y quede bien crujiente. El propio bacon soltará la grasa y se freirá solo. Cuando esté bien crujiente, retíralo de la sartén y reserva.

Pica en trozos pequeños la cebolla y el pimiento. En la misma sartén que has hecho el bacon, añade la cebolla, y el pimiento. Deja que se hagan a fuego medio. Cuando la cebolla esté completamente tersa y transparente añade nuevamente el bacon y remueve. Añade los tomates y unas cuantas hojas de albahaca. Puedes también picarlas y añadirlas, eso dependerá de tu gusto.

Si tu sartén es apta para horno puedes hacerlo todo en el mismo sitio como yo, si no, vierte el bacon con las verduras en un molde para horno.

Corta el queso provolone en taquitos. También puedes sustituirlo por tu queso preferido. Introdúcelo dentro de la mezcla repartido.

Vierte la mezcla de los huevos con el parmesano sobre las verduras, el bacon y el queso. Procura cubrir por completo toda la mezcla con los huevos. Si no te queda así, con la ayuda de una espátula nivela la mezcla.

Introdúcela en el horno durante 20-25 minutos o hasta que se haya cuajado y formado una costra dorada en la parte superior de la frittata.

Con cuidado sácala del horno. Déjala enfriar durante unos minutos.

Puedes añadir en la parte superior unos aros de cebolla cruda o tomate en cuadritos. ¡Disfrútala como más te guste!