Poner a remojo las semillas de chía con la leche, la pizca de sal y el cacao. Dejar en reposo al menos 5 horas para que las semillas absorban todo el líquido.
Para la compota, cortar las manzanas, rociarlas con especias al gusto y meterlas al horno durante 30 minutos o hasta que veas que están tiernas y hayan empezado a soltar su delicioso aroma.
Bate las manzanas con el zumo de limón y un pelín de agua. ¡Ojo! saldrá bastante cantidad de compota, así que puedes guardarla para otras recetas (dura una semana en la nevera).
Antes de empezar a montar el pudding remueve un poco las semillas de chía mezcladas para evitar que se formen grumos.
Coloca una primera capa de pudding de chía, por encima la compota y el yogur y finalmente decora con la crema de anacardo.
Truco del chef: te recomiendo que uses una leche con alto contenido en grasa como la de vaca o la de coco ya que aportará un extra de cremosidad al pudding.