Precalienta el horno a 200 ºC
Coloca todos los vegetales cortados en un bol y añade el aceite de oliva y la sal. Mezcla bien con las manos asegurándote que todos estén cubiertos por el aceite.
En una bandeja para hornear, coloca los vegetales esparcidos con cierta distancia. Si están todos muy juntos corremos el riesgo de que se cocinen al vapor y no obtendremos ese color caramelo.
Para saber si están listos, pincha con un tenedor y fíjate en el color que tienen. Deben estar ligeramente dorados en los bordes, se debe haber reducido su tamaño y deben estar tiernos. Aproximadamente se tarda entre 30 a 40 minutos pero esto depende del vegetal.
Cuando estén listos, retíralos del horno y añade todo el contenido a una batidora.
En una olla, precalienta un poco la taza de agua o de caldo o de nata y añade con un cucharón a la licuadora.
Bate todos los ingredientes hasta obtener un puré suave y ajusta la cantidad de líquido que deseas usar. En el caso de esta receta, no necesité más de un cucharón de agua para lograr la textura y cremosidad deseada. Ajusta la sal y añade un chorrito de aceite de oliva extra virgen si lo deseas.
Servid la crema de calabaza con trozos de pimiento asado que hayan sobrado o con cebollín fresco en rodajas por encima. También podéis agregar un chorro de nata o de aceite de oliva. Si os sobra, podéis conservar esta crema en la nevera hasta 5 días en un recipiente hermético. Si deseáis conservarla más tiempo, podéis guardarla en el congelador.