En un recipiente hondo mezclar la nata con el queso, las hierbas, la sal y la pimienta. Reservar.
Calentar una sartén anti adherente con una cucharada de mantequilla y derretir sin que se queme. Añadir la mitad de la mezcla a la sartén y cocinar a fuego medio hasta que el queso esté dorado y haciendo burbujas.
Rompe dos huevos y cocina hasta que la clara esté blanca y las yemas crudas. Unos tres a 4 minutos. Si os gusta más cocidos, tapar el sartén unos minutos y ayudará a que la cocción sea más uniforme. Sazonad los huevos con sal y pimienta y retirad del fuego.
Decora con más hierbas frescas, tomates cherry picados, cebollín en ruedas o un poco de aceite de oliva.