Lo primero que debemos hacer es preparar la leche de almendras. Para ello, pon en una batidora de vaso las almendras y cúbrelas con agua. Ponlo a máxima potencia hasta que quede líquido completamente.
Después, por un colador encima de un recipiente y vierte el contenido de la batidora. De esta manera nos quedaremos con la leche sin algún trozo que haya podido quedar.
Elige el bowl que más te guste y pon la leche de almendras, después añade la cantidad de granola que quieras.
Coge la fruta que más te apetezca y decora con ella.
Y el paso más importante, disfrutar de un desayuno de campeones.