En un recipiente hondo, de cristal preferentemente, se añaden la zanahoria, la cebolla, el ajo y el romero troceados junto a las especias.
Se incorpora en el recipiente la carne de caza (sin nervios a ser posible).
Se cubre la carne con el vino y un chorrito de vinagre de Módena, y se deja reposar de 24 a 48 horas en la parte menos fría de la nevera con film transparente por encima.
Una vez lo sacas de la nevera, se enrollan los filetes de ciervo con lonchas de bacon y lo añades junto con el caldo del marinado a un recipiente de barro.
Se mete en el horno y se deja horneando a fuego lento, nunca menos de 65-70º por el riesgo de supervivencia bacteriana, durante dos horas aproximadamente. En este caso pusimos el horno a 90º.
Una vez lo sacamos del horno, se sirve y ¡listo!
Una buena combinación sería con una guarnición de ensalada.