Pon la mezcla al fuego, primero a fuego más fuerte y, cuando arranque a hervir, baja el fuego y deja que reduzca hasta quedar un poco espesa.
En una sartén, añade el ajo bien picado y deja que se dore, luego incorpora la pechuga de pollo y deja que se cocine bien por todos los lados.
Añade la cebolla picada removiendo constantemente hasta que se poche (cuando esté blanda y transparente), y reserva.
Una vez tengas la salsa reducida, añádele el pollo y los anacardos fritos. Si lo prefieres o si tienes anacardos crudos en casa puedes freírlos tu mismo.
Para finalizar, decora tu pollo con salsa thai con unas hojitas de cilantro y ¡a disfrutar!