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La proteína en polvo es cada vez más popular entre las personas que practican deporte de forma habitual ya que mejora el estado de los músculos y potencia su desarrollo. El problema es que no todo el mundo sabe cómo utilizarla más allá de diluirla en leche o de mezclarla en un batido. Sin embargo, al ser en polvo, la proteína es muy versátil para incorporar a un montón de recetas. Si te decantas por una proteína en polvo de sabores (frambuesa, vainilla, chocolate…) le darás un plus de sabor a tus elaboraciones. Aquí van 6 ideas de postres rápidos y muy fáciles de hacer:
Mugcake de açaí y avena de chocolate: listo en 2 minutos
Un bizcocho de chocolate que tiene un sabor delicioso sin azúcar añadido y que, encima, lleva fruta. Pues por si esto fuese poco, se prepara en dos minutos de microondas. Esta mugcake de harina de avena de chocolate se hace con pulpa de açaí, esa fruta de origen brasileño que está tan de moda, y con albaricoque o tu fruta favorita como topping. A la masa se le puede añadir una cucharadita de proteína en polvo, mejor si eliges la de chocolate. Tendrás una merienda perfecta y rapidísima para comer antes de hacer ejercicio. La avena y la proteína te darán muchísima energía. ¡Tus músculos lo agradecerán!
Bocaditos de yogur, crema de cacahuete y arándanos
Un postre perfecto para los días de calor con ingredientes del día a día como el yogur, los frutos rojos o la granola de frutas. La base de los bocaditos es el yogur y la granola de frutas, sin necesidad de usar harina. Pero sí puedes mezclar con el yogur media cucharada de tu proteína favorita antes de pasar la mezcla de todos los ingredientes por la batidora. Después, solo tienes que rellenar los moldes, poner algo de fruta de topping y meter todo al congelador. Se convertirán en tu postre favorito para el verano.
Tartaletas de granola y frutos rojos
Similar a la receta anterior, tenemos estas tartaletas de granola que no necesitan congelador. Se hacen con granola de frutas, frutos secos y semillas mezclada con miel. Así de sencillo: solo con dos ingredientes. Para la cobertura, necesitas nata agria o yogur griego, que puedes triturar con una cucharada de proteína para que se disuelva. O incorporarle un poco de leche y batir con la cuchara. Unas moras por encima, ¡y listo!
Helado de melocotón y crema de anacardos
No podía faltar un cremoso helado. Este helado de melocotón se hace con leche, mejor si es vegetal, por lo que admite proteína en polvo que se diluirá muy fácilmente al triturar todos los ingredientes. Es muy fácil de preparar, y encima es saludable y proteico. Al llevar crema de frutos secos en la mezcla (en este caso crema de anacardos) el helado tiene un toque especial de sabor. Y los frutos secos harán que sea más saciante y te dé energía para todo el día.
Cookies caseras de avena
Sin duda, unas de nuestras cookies favoritas. Las cookies de arándanos hechas con harina de avena y proteína en polvo sabor chocolate. Y, por supuesto, el toque especial que le da la crema de almendras a la masa. Es tan fácil como mezclar y hacer pequeños montoncitos en la bandeja de horno. Estas son de arándanos, pero se pueden hacer con moras o frambuesas. Truco del chef 😉 No te preocupes si no tienes harina de avena, puedes triturar los copos de avena del desayuno. Al usar la proteína en polvo de chocolate, la masa tendrá igual ese toque de sabor a cacao.
Smoothie de sandía, frambuesas y chía
En este listado no podía faltar un smoothie. Este smoothie de plátano, sandía y frambuesas es muy saciante gracias a las semillas de chía, y queda genial con una cucharada de proteína de frambuesa. Recuerda que para hacer un smoothie siempre tienes que utilizar una fruta previamente congelada para conseguir la textura deseada. La mejor opción es congelar un día antes el plátano maduro sin piel, que aportará cremosidad y dulzor al smoothie.
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