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Desmentidos los mitos sobre las grasas

Tiempo de lectura estimado: 3 minuto(s)

Siempre hemos asociado la palabra grasa como lo que tenemos en el cuerpo cuando tenemos unos kilos de más e inmediatamente saltamos a la conclusión de que si queremos perder grasa o bajar de peso, tenemos que dejar de comerlas porque las grasas “engordan”. Durante años, grandes organismos de salud como la USDA – Departamento de Agricultura de los Estados Unidos – aconsejó que se debía reducir de consumo de grasa saturada por estar supuestamente relacionada con un colesterol alto y eso no ha sido más que una sentencia que ha promovido enfermedades peores como la diabetes y la obesidad.

Sin embargo, al reducir el consumo de grasa, inmediatamente aumentamos la cantidad de carbohidratos refinados y alternativas “low-fat” que comemos, y esos son los verdaderos culpables de las enormes tasas de diabetes y obesidad que hay hoy en día. Satanizar la grasa es una creencia financiada por la industria azucarera y, bajo este mensaje de que eran nocivas para la salud, se sustituyeron alimentos de verdad con una montaña de carbohidratos refinados, productos procesados ricos en sal, azúcar, preservativos, comidas en caja, de microondas y fabricadas en una gran industria.

Las grasas de la carne, el pescado, las frutas o los frutos secos constituyen un micronutriente esencial

Mito 1: Las dietas bajas en grasas son más saludables

Cuando se aconseja reducir el consumo de grasa por el bien de la salud cardiovascular, se aumenta el consumo de carbohidratos y productos “light” que no son los más saludables. Bajo etiquetas engañosas, se logra que la gente consuma más azúcar. Desde entonces muchos más problemas cardíacos, diabetes y obesidad han aparecido debido al consumo de grandes cantidades de azúcar que contienen los alimentos en el supermercado.

Y no solo se come más azúcar. Sino que se come en mayor cantidad. Los alimentos con harina y azúcar refinado, además de no ser necesarios, producen picos de glucosa en sangre que vienen y van con gran rapidez. Esto provoca que den una energía muy a corto plazo, y que se tenga esa sensación de necesidad de seguir comiendo. Son productos adictivos por culpa de los vaivenes de azúcar. Las grasas, en cambio, sacian y dan energía a largo plazo, evitando los atracones.

Mito 2: Todas las grasas aumentan el colesterol

El colesterol está presente en nuestro cuerpo porque es necesario para muchas funciones celulares y, en el pasado, se dijo que estaba relacionado con el riesgo a sufrir enfermedades cardíacas. Por esta razón, se vetaron alimentos muy sanos como los huevos. Hoy en día sabemos que el colesterol tiene que ver mucho más con la calidad de los alimentos que comemos y los carbohidratos también.

Las grasas del pescado, del aceite de oliva, de la mantequilla, del aceite de coco, de los frutos secos y del aguacate son grasas que enriquecen nuestra salud, mejoran la circulación e incluso reducen la probabilidad de padecer enfermedades cardíacas. Cuando hablamos de lo necesarias que son las grasas, no nos referimos a alimentos ultraprocesados que todos sabemos que no son sanos.

Las grasas saludables son aquellas que nos da la alimentación más natural. Además, tampoco es necesario hincharse a carne si no es lo que más te gusta. Puedes encontrar el equilibrio correcto entre las grasas de la carne, el pescado, la fruta, frutos secos o semillas. Por supuesto, las personas que no comen carne ni pescado necesitan un plus de frutos secos o semillas, con contenido en grasas esenciales como el Omega 3 y 6.

Mito 3: Comer grasa te engorda

Decir que comer grasa te hace engordar es como decir que si comes vegetales te volverás un gigante verde: absurdo. Los alimentos ricos en grasa te llenan mucho más, te mantienen saciado y evitan que comas compulsivamente aún cuando ya estás lleno -como pasa con el azúcar-. La prueba es tan sencilla como intentar comer una bolsa de patatas ultraprocesadas o un snack similar, y una bolsa de avellanas naturales. Con los frutos secos te llenarás mucho antes y más a largo plazo.

Lo que sí hay que tener en cuenta es lo fácil que es comer de más ciertos alimentos como los frutos secos o los aceites en los que si no se mide la cantidad se puede abusar de la porción y comer más calorías por día. Si se quiere vivir un estilo de vida sano, no hay que temerle a la grasa sino, más bien, incluirlas en la dieta. Eso sí, que un aguacate sea saludable no quiere decir que tengamos que hincharnos a aguacate y comerlo a todas horas. Hay que encontrar una rutina alimenticia correcta y equilibrada.

En conclusión: la grasa es un micronutriente esencial que necesitamos para absorber vitaminas como la A, D, E y K. Nos aporta energía y promueve el crecimiento de las células; y produce hormonas importantes y promueve la absorción de nutrientes.Es muy difícil deshacerse de una mala reputación y la grasa ha tenido una muy mala durante años, demonizadas aún cuando la ciencia ha demostrado que no son malas en lo absoluto. Las grasas no sólo te hacen sentir más lleno pero incluso benefician órganos vitales como el cerebro, la formación de las células, la circulación e incluso regulan los niveles de azúcar en la sangre

#BeMoreNatural #SoloTieneCosasBuenas

Niklas Gustafson
Autor del post
Niklas Gustafson

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