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¿Estáis interesados en el cambiar de estilo de vida o habéis empezado y necesitáis motivación extra para hacerlo más fácil? Será más sencillo empezar una vida saludable si tenemos nuestra mente clara y para eso os dejo esta lista de consejos básicos.
Estos consejillos cortos son pequeñas claves que os motivarán a comenzar con una dieta saludable y que os ayudarán a dar ese pequeño empujón al cambio. ¿Cómo empezar a mantener una vida saludable, sencilla y positiva? Siendo firmes, disciplinados y honestos con nosotros mismos.
Adiós al concepto dieta
No te refieras a este nuevo comienzo como una dieta. La palabra ‘dieta’ está asociada a un comportamiento negativo de forma errónea. Su estricto significado se refiere a la cantidad de alimentos que ingerimos en un periodo de 24 horas. Durante mucho tiempo, se ha utilizado para nombrar las distintas dietas de moda en las que se disminuye la ingesta de alimentos. Eso no es natural, debemos olvidarnos de todo lo que tradicionalmente asociamos a ‘estar a dieta’.
Una correcta alimentación va mucho más allá de contar calorías. Se trata de escoger los productos que más beneficios nos aportan nutricionalmente, como las grasas de la carne y el pescado, e incluirlos en nuestra dieta. También hay que ser conscientes de que, para obtener energía, no es necesario hincharse a carbohidratos sino incluir en la base de nuestra pirámide alimenticia las semillas o los frutos secos.
Estilo de vida saludable
¿Qué hace que algo sea un estilo de vida? Una serie de hábitos o el conjunto de comportamientos que desarrollamos y practicamos a diario, como por ejemplo, el comer. En el caso de llevar una vida saludable, es un hábito comer de la manera en la que nuestros ancestros comían y a diario practicamos esa reconexión con nuestras raíces.
El estilo de vida saludable va mucho más allá de comer relativamente sano. Se trata de aprender a escuchar a nuestro cuerpo, saber qué nos sienta mejor y qué nos sienta mejor, y si necesitamos darle una dosis extra de algún elemento. Y, por supuesto, de nada sirve todo esto si después nos pasamos todo el día sentados o no dormimos todas las horas que el cuerpo necesita para completar sus funciones vitales y coger fuerzas.
Al mismo tiempo, el estilo de vida saludable se complementa con nuestra mente. Los agobios y los problemas echan por tierra todo lo que hacemos para intentar estar bien. Por eso, es necesario intentar buscar el equilibrio, y aprender a dedicarnos momentos a nosotros mismos. Cuando haya algo que te altere, trata de ponerle solución y no dejes que te hunda. El estrés también es otro digno de mala salud, por eso rutinas como las del yoga nos puede ayudar.
Enfoca tus energías en la recompensa y no en los sacrificios
Si decides comenzar este estilo de vida con el único propósito de perder peso, no llegarás muy lejos porque no crees en el proceso y en las razones científicas en las que la vida paleo está sustentada. Asegúrate de que el motivo principal de tus decisiones sea mejorar tu bienestar general y tu salud. Como te hemos dicho antes, no se trata de contar calorías, obsesionarse con la comida y vivir en una lucha constante. Si consigues encontrar esos alimentos que te sientan bien, comer sano será una bendición.
Ponte premios. Y con esto no solo me refiero a que, si un día quieres comer algo que normalmente no comerías, no lo hagas. Más allá de eso, hay que saber dedicarse un momento para hacer algo que nos guste mucho y olvidarse por un rato de las responsabilidades, el trabajo o los problemas. No pasa nada porque te sientes un rato a descansar, o te dediques a una actividad que, de inicio, no consideras demasiado productiva. A tu mente le vendrá bien.
Asume que siempre habrá altibajos
Cualquier cambio es un reto y por eso debemos estar preparados. Si sabes que no puedes vivir sin la pizza o sin el pan, ajusta este estilo de vida a tus necesidades, de manera que puedas afrontar los altibajos eficazmente. Si en algún momento tienes una recaída, vuelve a levantarte y sigue adelante sin remordimientos.
Está claro que es imposible llevar todos los consejos al dedillo. Un día comerás algo que no es lo más saludable, otro no te despegarás del sofá y otro, simplemente, te sentirás deprimido. Esto es totalmente natural y hay que permitirse a uno mismo tener un día mal. ¿Qué es lo importante? Que asumas que es una sensación pasajera, y que no te hundas ni alargues esa situación en exceso. Esto parece muy sencillo, pero en la práctica supone hablarle a nuestro cerebro y decirle “hoy no te sientes bien, no pasa nada, pero mañana estaremos a tope”. Y sí, requiere mucha práctica.
Lo natural no siempre es sano: vigila los componentes
Existen brownies, trufas o helados naturales… sí. Pero no por esta razón debes basar tu alimentación en ellos. Esas invenciones son solamente para afrontar la realidad en la que vivimos hoy en día y se han vuelto una solución para hacernos felices sin perjudicarnos. Sin embargo, tu alimentación debe ser lo más básica posible: carnes, vegetales y verduras, frutas, frutos secos y grasas buenas, tal como hacían nuestros antepasados.
En todo caso, si quieres consumir algún alimento que se salga de esa lista, intenta siempre hacerlo tú mismo en casa y controlar las cantidades y los componentes. El problema de comprarlos hechos es que nos venden unas galletas como supuestamente saludables, cuando están cargadas de azúcar. Al mismo tiempo, que un producto sea orgánico en origen no quiere decir que en el procesamiento no sea alterado con químicos.
Adapta los consejos a ti
El estilo de vida saludable se adapta a tus necesidades si así lo quieres. Nada es 100% estricto en la vida y esto tampoco tiene porqué serlo. Si piensas que los lácteos aportan beneficios, cómelos, o si necesitas comer quinoa para sustituir el carbohidrato que acompaña tus comidas, hazlo. Adáptate y modifica acorde a lo que te diga tu cuerpo pero sin obligarle a nada.
Es habitual que muchas personas sigan una u otra dieta, o hagan un deporte, porque se lo han recomendado o lo han leído. Pero siempre tienes que comprobar si es lo mejor para ti, si a ti te da buenos resultados y te hace sentirte bien. Porque si esta respuesta es ‘no’, entonces te estás equivocando.
Carrera de fondo
Piensa en los cambios que vas a realizar como un cambio permanente y esto te ayudará a mirar un poco más hacia el futuro. Cambia tu mentalidad y mira este proceso como un gran viaje hacia una vida más saludable. No vas a adoptar nuevos hábitos de un día para otro porque es imposible. Así que no esperes que todo esto sea de la noche a la mañana, porque entonces solo conseguirás frustrarte y dejar de avanzar.
