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¿Hinchazón abdominal? Quizá tengas que revisar la temperatura de tus alimentos

Tiempo de lectura estimado: 2 minuto(s)

Sufrir hinchazón abdominal es algo bastante habitual (se calcula que un tercio de la población la padece) y los meses de invierno pueden agravar esta molestia. ¿Eres de los que después de comer sienten como el estómago se distiende, aparecen molestias como gases, dolor, acidez e incluso ruidos estomacales?

Pues puede que la razón sea que lo que acabas de comer no esté a la temperatura más recomendable para los meses de invierno.

¿Qué pasa en invierno?

Con las bajas temperaturas la capacidad de digerir los alimentos es menor. El organismo tiene que hacer un esfuerzo extra para asimilar los alimentos y en este proceso la temperatura de la comida es muy importante.

Los alimentos fríos requieren más esfuerzo por parte del sistema digestivo porque antes de empezar a asimilarlos, ha de subir su temperatura para adaptarla a la temperatura corporal (36,5ºC). Ese esfuerzo extra hace que se ralentice el proceso de digestión y que la comida pueda permanecer más tiempo en el estómago alargándose el vaciado provocando la distensión abdominal.

Comidas que pueden causar hinchazón abdominal en invierno

Las comidas frías, crudas o poco cocinadas son las que enfrían el estómago y los intestinos y podemos probar a reducirlas para ver si esa incómoda hinchazón abdominal tiene su origen en ellas. Ejemplos:

  • Ensaladas
  • Smoothies de frutas y verduras
  • Carpaccios de carne o pescado
  • Encurtidos
  • Fermentados
  • Bebidas frías

¿Qué debo comer en invierno para evitar la hinchazón abdominal?

Hay personas que no modifican sus menús en función de la época del año y es un error. No podemos comer lo mismo ahora con temperaturas cercanas a los 0 grados que tenemos muchos de estos días, que en una jornada de playa bajo un sol de justicia.

En los meses de frio debemos prestar atención sobre todo a los métodos de cocinado: priorizar siempre los guisos y las cocciones lentas.

Me refiero a los típicos platos de cuchara, súper reconfortantes, que ayudan a entrar en calor y además están relacionados con un mayor descanso del sistema nervioso.

Las cremas y sopas calientes son una gran opción si queremos ayudar evitar esa hinchazón abdominal. La razón es que al tomar los ingredientes no solo calientes, sino también triturados, estamos facilitando el trabajo de digestión.

Te voy a dar ejemplos de mis comidas preferidas si queremos ayudar a evitar esa hinchazón abdominal:

Sopa de zoodles de pollo al curry

Ramen

Crema de tomate asado 

Porridge

Leche Dorada

Coliflor al horno

Caldo de huesos

Albóndigas

Crema de calabacín en cazuela de pan

Pero sin pasarse…

Si eres de los que a menudo se pasan calentando la sopa o el café, mucho cuidado. Las temperaturas extremadamente calientes pueden ser muy perjudiciales: se pueden inflamar las mucosas de la boca, producir quemaduras en la lengua o paladar, alterar las papilas gustativas… e incluso la OMS (Organización Mundial de la Salud) alerta de la relación del consumo de alimentos excesivamente calientes con el cáncer de esófago.

¿Sabías que estudios en China, Irán, Turquía y Sudamérica, donde tradicionalmente se bebe té y mate muy caliente (a unos 70 grados) han mostrado que el riesgo de cáncer de esófago aumenta en función de la temperatura de la bebida?

Y ¡ojo! Cuida la postura después de comer

Puede parecer algo banal, pero la postura que adoptamos después de comer puede influir y mucho en cómo hacemos la digestión. Según los expertos de la Escuela de Medicina de Harvard aseguran que sentarse con la espalda encorvada  después de comer presiona la zona del abdomen y dificulta la digestión de los alimentos. 

Así que ojo con cómo nos sentamos frente al ordenador después de comer. Los expertos aconsejan meter un poco el ombligo hacia dentro y erguir bien la columna vertebral. Una ayuda puede ser colocar un cojín en la zona lumbar.

 

 

Niklas Gustafson
Autor del post
Niklas Gustafson

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