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¿Te gusta lo salado? Prueba esta receta de granola salada estilo Oriental con wakame y curry y trae lo exótico de Oriente a tus platos más clásicos. Porque la idea de que la granola natural y sin azúcar sólo combina con sabores dulces, ¡es pasado! Además de ser una preparación muy fácil, tiene muchas otras ventajas:
Fácil de hacer
Rompe la rutina de lo clásico con lo exótico
Sin gluten
Apta para veganos
Sin azúcares añadidos
El wakame y la tendencia de las algas comestibles
El wakame es un alga muy usada en la cocina japonesa y coreana por todos los beneficios que tiene para la salud. Todas estas cualidades ha hecho que su consumo se expanda a nivel global, pudiendo conseguirla más fácilmente en las tiendas. Su popularidad se debe al gran poder antioxidante y antiinflamatorio que le dan la variedad de micronutrientes que contienen. Entre sus beneficios nutricionales están su bajo aporte energético, las vitaminas del grupo B, minerales como El hierro y ácidos grasos esenciales.
Granola salada estilo oriental con wakame y curry
Ingredients
- 75 g trigo sarraceno
- 3 cda curry en polvo
- 2 cda salsa Tamari
- 1/4 taza alga seca Wakame
- 225 g granola de arándanos, amaranto y cardamomo
Instructions
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Para preparar tu receta de granola salada, empieza hidratando el trigo sarraceno. Para ello, sumérgelo en agua durante 3 horas.
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Pasado ese tiempo, precalienta el horno a 180º.
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Una vez que el trigo esté hidratado, escúrrelo bien y añádelo en una picadora de alimentos junto con el curry y la salsa Tamari. Reserva.
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Pica las algas y añádelas a la granola de arándanos, amaranto y cardamomo.
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Añade la mezcla de trigo sarraceno a los ingredientes anteriores y une bien todo hasta que esté bien integrado.
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Prepara una bandeja de horno con papel para hornear. Extiende bien la mezcla sobre la bandeja, evitando que queden trozos muy grandes de granola.
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Hornéalo a 180ºC entre 25-30 minutos; ¡Recuerda! El tiempo es orientativo y cada horno es diferente, así que vigila la granola para que no se queme. La granola salada debe quedar dorada y crujiente. Si notas que pasado el tiempo, aún está un poco tierna, déjala en el horno para que se seque por completo.
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