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¿Por qué si es comida basura seguimos comiéndola?

Tiempo de lectura estimado: 2 minuto(s)

Junk food, ese es el término original que traducido al español significa comida basura o comida chatarra, este último más usado en países de latinoamérica. El término hace referencia básicamente a comidas con muchos azúcares, altos niveles de grasas, de sal y de aditivos. Este es el cóctel molotov que hace que tu organismo sienta adicción por este tipo de comidas que además no aportan ningún tipo de nutrientes a nuestro organismo.

El por qué seguimos consumiéndolas es sencillamente por eso, porque crean una adicción en nosotros. Y además por su precio. Si ir a un buen restaurante puede costarte un riñón, ir a un establecimiento de comida rápida y basura aparentemente es mucho más rentable. Decimos, aparentemente, porque a largo plazo esa apariencia se vuelve muy perjudicial.

Como decíamos, la comida basura se compone básicamente de tres cosas: azúcar, grasas y sal. Cada una provoca algo en nuestro cuerpo y juntas crean que no seamos capaces de resistirnos a una hamburguesa o a un perrito caliente.

Comida basura: qué daños nos provoca

  1. La comida basura puede provocar que nuestro cerebro se desarrolle más lentamente que el de una persona normal. Es muy peligroso si hablamos de menores, ya que se encuentran en plena época de desarrollo y aprendizaje.
  2. La cantidad de conservantes artificiales de la comida también puede provocar problemas como la hiperactividad o la pérdida de control de nuestras emociones.
  3. Al tener tanto azúcar puede producir diabetes de tipo 2. El consumo de una dieta rica en grasas y azúcares provoca cambios en el proceso de la creación de insulina del cuerpo, perjudicando a los riñones que no consiguen equilibrar la cantidad de azúcar ingerida por el organismo. Esto provoca que el cuerpo deje de producir insulina al haberse hecho resistente a ella.

Azúcar:

Aunque tenéis disponible un artículo en el blog acerca del  azúcar, debéis saber que no es el único ingrediente perjudicial de la comida basura. Sin embargo, este perjudicial elemento siempre está presente en este tipo de comida en grandes cantidades. Por ello, os proponemos una simple explicación de lo sucede en nuestro cuerpo cuando ingerimos azúcar: tiene la capacidad de provocar los mismos efectos que la droga en nuestro cerebro. Se encarga de liberar dopamina, la hormona de la felicidad.

Grasas trans: 

De estas grasas os hablaré en un próximo post. Estas grasas también producen placer y que sean tan irresistibles parece deberse a que producen en nuestro cuerpo efectos similares a los del cannabis o marihuana. Consumir grasas hace que nuestro cuerpo genere de manera natural endocannabinoides, que podrían generar no sólo euforia, sino también más necesidad de consumir grasas.

Sal:

Su funcionamiento es similar al del azúcar: activa el sistema de recompensa cerebral que implica la liberación de dopamina. Es el mismo sistema que sigue la cocaína, cuyo nivel de adicción se asemeja con el de la sal. Según la OMS la cantidad recomendada de sal es de 5 gramos al día, mientras que la ingesta en España es de 9’9 gramos, de acuerdo con los datos proporcionados por la Fundación Española de Nutrición, casi se duplican las recomendaciones sanitarias.

Además de estos ingredientes, en la comida basura destacan los aceites vegetales refinados, de girasol, de maíz, etc. Son aceites que tienen poco valor nutritivo y que nos pueden hacer daño.

 

Si sentís que tenéis adicción por alguno de estos elementos, os recomendamos que procuréis reducir su consumo. Os animamos a todos a cortéis con la comida basura y notaréis los cambios tan positivos que se producirán en vuestro cuerpo. De la misma forma que aconsejamos evitar la comida basura, regatead el envasado y el ultraprocesado. No es comparable una pieza de pollo cien por cien ecológica, con una empacada llena de conservantes y aditivos. ¡Seguimos en contacto a través de nuestras redes sociales!

Niklas Gustafson
Autor del post
Niklas Gustafson

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