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Creo sinceramente que el huevo es uno de los mejores alimentos que existen. Está cargado de nutrientes muy beneficiosos: contiene proteínas de alto valor biológico y gran disponibilidad, grasas saludables, aminoácidos esenciales, vitaminas (A, B, D y E) y minerales como el hierro, el fósforo o el selenio, colina y antioxidantes.

Lo que más me gusta destacar del huevo es que combina altas dosis de proteína y grasa, la mezcla perfecta para saciar el hambre. Comerlo para desayunar es una apuesta segura ya que nos aporta energía y combate la sensación de hambre hasta la hora de comer.

No todos los huevos son iguales

El huevo es un alimento maravilloso, pero ¡ojo! No todos tienen la misma calidad, depende mucho de la calidad de vida de las gallinas y de cómo hayan sido alimentadas. Te recomiendo abrir el envase y mirar el primer número que aparece en el huevo:  

Elige huevos 0 y 1: son ecológicos. Huevos procedentes de gallinas libres, camperas que no han sido tratadas con medicamentos.  

Descarta los huevos 2 y 3: mejor no comprarlos porque proceden de gallinas enjauladas. Ya hay estudios que demuestran que este hecho afecta a la calidad de los huevos, puede que tengan la misma cantidad de proteína pero la calidad no es la misma. Sobre todo la dieta de las gallinas influye en el perfil de ácidos grasos de los huevos, también a los oligoelementos y vitaminas; esto se debe a que las gallinas criadas en libertad tienen acceso a pasto, insectos… que mejora el nivel nutricional del huevo. 

Beneficios del huevo:

• Protege el corazón: La proteína que incluye evita que se formen coágulos y reduce el riesgo de infarto.
• Reduce la inflamación: Este súper alimento es antiinflamatorio, protege frente al hígado graso y previene la diabetes, el síndrome metabólico y la enfermedad del Alzheimer.
• Mantiene los huesos fuertes: al ser una buena fuente de vitamina D y aportar minerales como el calcio, el fósforo y el magnesio, el huevo es clave para una buena salud ósea.
• Mejora la visión: la yema del huevo contiene luteína y zeaxantina, dos carotenoides que previenen la aparición de cataratas y la degeneración macular.
• Previene la anemia: gracias al hierro y a las vitaminas del grupo B, el huevo es un buen escudo contra la anemia ferropénica y megaloblástica.
• Mantiene el peso correcto: está comprobado que las personas que desayunan huevo pican menos entre horas gracias al poder saciante de este alimento, algo que ayuda a mantener el peso adecuado y a evitar el sobrepeso.

Las partes del huevo: 

Durante mucho tiempo se consideró que la parte buena del huevo era la clara, por tener muchas menos calorías que la yema. Pero te recomiendo que no descartes esta parte, ya que la mayoría de su valor nutricional está precisamente ahí.

La yema contiene la grasa, el colesterol, los nutrientes, calorías, vitaminas, minerales, colina y carotenoides vegetales que le dan el color amarillo. Todo lo que el embrión del pollo necesita para crecer.

La clara es en un 80% agua. También contiene proteínas como la ovoalbúmina, trazas de vitaminas, minerales y glucosa. Nutricionalmente es inferior.

¿Cuántos huevos puedo comer al día?

Es una de las preguntas del millón y todas las dudas vienen porque hace años se creía que el huevo (alto porcentaje de colesterol) incrementaba el colesterol en sangre. Ahora ya se sabe que no hay relación.

Y sí, se puede comer todos los días sin problema. Es un súper alimento que nos viene genial en nuestro día, incluso los niños los pueden tomar a diario.

1 huevo al día está bien, incluso si comes dos, tampoco pasa nada. Hasta la Fundación Española del Corazón ratifica los beneficios de consumir huevo a diario.

Siempre en la nevera

Puede llamarnos la atención que en el supermercado los huevos no estén en la sección de refrigerados. La razón es que los cambios de temperatura son muy agresivos para los huevos.

Para no romper la cadena de frío, se almacenan a temperatura ambiente en las tiendas, pero al llegar a casa hay que meterlos en la nevera. Y nunca en el compartimento de la puerta, ya que es la zona que menos fría.  

La prueba del huevo:

Lo primero es mirar la fecha de consumo preferente. Y para saber si el huevo es fresco o no puedes hacer dos pruebas:

• Sumergirlo en agua. Si flota no está fresco y si se hunde, sí.
• Al freírlo. Cuanto más centrada quede la yema, más fresco es.

Mis recetas preferidas:

Destacar además que el huevo es riquísimo y muy versátil. Podemos incluirlo en muchísimas recetas y admite montones de combinaciones, además suelen ser todas recetas muy fáciles de preparar.

Tortilla rellena

Huevos Benedictinos

Pisto con Huevos y Mozzarella

Huevos de Oca a la Trufa

Cups de Huevo y Bacon

Aguacate y Huevo al Horno

Porridge con Huevo