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¿Te has fijado alguna vez en cómo duerme un niño? Qué sencillo parece, ¿verdad? Y qué complicado es para los muchos que sufren insomnio, una patología que cada vez es más habitual. Se calcula, según la Sociedad Mundial del Sueño, que hasta un 45% de la población mundial tiene problemas para conciliar el sueño.  

Dormir, una necesidad biológica

Cuando se enumeran las necesidades vitales más importantes se habla de la respiración y la necesidad de bebida y alimento, pero ¿y qué pasa con el sueño? No debemos olvidar que el ser humano no podría sobrevivir más de 10 días sin dormir.   

Dormir bien aporta tranquilidad y equilibrio al organismo, así como la energía necesaria para afrontar un nuevo día con sus retos y es que es en esas horas que estamos dormidos cuando las células y los tejidos se reconstruyen y regeneran.

Puedes hacer la prueba tu mismo, ¿cómo estás después de haber pasado una mala noche?, da igual que hayas comido bien, tu cuerpo no estará bien.

Dormir bien y descansar lo suficiente es igual o más importante que llevar una dieta sana

Cuánto hay que dormir

Los expertos aconsejan que, por norma general, un adulto necesita dormir entre 7 y 9 horas al día.

También hay que destacar la calidad del sueño. No es lo mismo dormir tranquilo, de un tirón en ambiente agradable y sin ruidos que despertarse cada dos horas, algo que impide llegar a la fase REM, necesario para disfrutar de un descanso reparador al día siguiente.  

¿Qué pasa cuando duermes mal?

Más allá de las típicas sensaciones de cansancio, irritabilidad y mal humor que todos hemos sufrido alguna vez, el hecho de no dormir las horas suficientes puede acarrear problemas importantes en la vida diaria:

• Déficit de atención: según los datos de Matthew Walker, científico inglés especializado en el tema del sueño, la falta de sueño nocturno se traduce en un descenso de un 40% en las capacidades de aprendizaje y memorización. Incluso asegura que una falta de horas de sueño está relacionado con el riesgo de sufrir Alzheimer.
• Mayor probabilidad de sufrir infarto: Los estudios de Matthew Walker son de lo más reveladores. ¿Sabías que cuando en primavera nos quitan una hora de sueño con el cambio horario los casos de infarto incrementan un 24% al día siguiente?, ¿y que en otoño, cuando nos regalan una hora, los casos de infarto bajan un 21%? Curioso, ¿verdad?
• Mayor riesgo de accidente: Según un estudio publicado en la revista Nature, tras pasar 24 horas sin dormir, el rendimiento cognitivo y motor se iguala al de alguien que ha bebido cinco copas de alcohol.
• Sobrepeso: La falta de sueño desequilibra la grelina y la leptina, dos hormonas relacionadas con la saciedad y el apetito. Otro estudio elaborado por la universidad de Stanford (EEUU) asegura que las personas que duermen menos de 5 horas al día tienen un IMC (Índice de Masa Corporal) un 3,6% mayor.
• Incrementa el riesgo de resfriados y enfermedades: Y esto se debe a que cuando dormimos un número insuficiente de horas baja hasta en un 70% la actividad del sistema inmune, es decir, nos quedamos totalmente desprotegidos antes los agentes externos. Esto nos hace muy vulnerables a las enfermedades y ya hay estudios que vinculan la escasez de horas de descanso con el cáncer.

La OMS ha calificado los trabajos nocturnos como cancerígenos debido a que alteran los horarios del sueño y privan de un descanso adecuado

Patologías relacionadas con el insomnio:

• Estrés
• Envejecimiento prematuro
• Problemas de fertilidad
• Problemas en el sistema cognitivo
• Enfermedades cardiovasculares
• Diabetes
• Obesidad
• Estreñimiento
• Fatiga crónica
• Depresión