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Consumimos demasiados alimentos que inflaman y eso ha acabado pasando factura a nuestra salud. Una mala dieta unida a la falta de actividad física, al estrés y a hábitos nada saludables como fumar o beber alcohol ha creado el caldo de cultivo perfecto para el desarrollo de la inflamación.
La dieta antiinflamatoria es muy fácil de seguir
Lo que ocurre con muchos sistemas de alimentación es que pueden ser difíciles de mantener en el tiempo. No es el caso de la dieta antiinflamatoria.
Optar por alimentos que desinflaman el organismo es súper sencillo, ya que son fáciles de encontrar, baratos y muy versátiles, lo que hace que los puedes incorporar a multitud de platos en el día a día.
Alimentos antiinflamatorios:
Probióticos: son bacterias buenas que contribuyen al buen funcionamiento del sistema intestinal. ¿Ejemplos? Kéfir, kombucha, yogur, chucrut…
¿Sabías que hace años el yogur se vendía en farmacias para combatir problemas de estómago e intestino?
Agua templada con limón en ayunas: este ritual tan conocido además de activar el organismo es súper purificante del hígado, el órgano de eliminación por excelencia.
Fibra: las dietas ricas en fibra poseen efectos antiinflamatorios comprobados científicamente. Estudios aseguran que la fibra hace que desciendan los niveles de proteína C reactiva, marcador de la inflamación, ayudando a bajar el nivel de mortalidad incluso en enfermedades renales crónicas.
Omega 3: incluir alimentos como las algas, aceite de oliva, aguacate, frutos secos, salmón, sardinas o semillas de chía y lino. Para mí, son alimentos medicina, y además riquísimos, ¿qué más se puede pedir?
Infusiones: hay bebidas que tienen un poder antiinflamatorio y antioxidante increíble. Mi preferida es el té matcha, un tipo de té verde que contiene de 10 a 30 veces más catequinas –los antioxidantes del té verde– que una infusión normal.
Piña: su contenido en bromelina disminuye la inflamación. Es tan poderoso el efecto de esta fruta que son muchos los que lo notan nada más tomarla, ¿lo probamos?
Desayunar avena deshincha
Avena: Es uno de los alimentos más saludables que existen: combate la retención de líquidos, sacia, relaja el sistema nervioso y según muchos estudios como éste elaborado por la Universidad de Turín, prueba sus importantes propiedades antiinflamatorias.
Cacao: Los polifenoles del cacao puro (sin azúcar, edulcorantes…) reducen la inflamación. Elige una buena tableta de ésas que puedes comer todos los días sin remordimientos y si no sabes dónde cuál, te voy a recomendar mi preferida: Chocolicius.
Cúrcuma: ¿sabías que la cúrcuma posee enormes propiedades antiinflamatorias, retrasa el envejecimiento de la piel, evita el Alzheimer y se le conoce como el antibiótico natural?
Aceitunas: se trata de una de las mejores fuentes de vitamina E que existen ya que lucha contra los radicales libres, el envejecimiento prematuro y la oxidación del cuerpo.
Hojas verdes: berros, espinaca, acelgas… Tienen muchos antioxidantes, como la clorofila, que ayudan a desinflamar el organismo.
5 Tips muy sencillos para empezar una dieta antiinflamatoria:
- 5 raciones de fruta y verdura al día: lo hemos oído cientos de veces pero pocos lo cumplen.
- Compra carne ecológica: así te aseguras de que los animales no fueron tratados con antibióticos y hormonas.
- Elige bien los frutos secos: que sean sin tostar y que no lleven sal. Una opción que me encanta es comprarlos en crema. ¿No las has probado?
- Cuidado con los yogures: no valen todos, de hecho, la mayoría están llenos de azúcar, edulcorantes y colorantes. Mira bien las etiquetas.
- Gel de aloe vera: esta bebida tiene unos potentes efectos anti-inflamatorios, inmuno estimulantes y anti-tumorales. Para reducir un proceso inflamatorio digestivo se recomienda tomar de 40 a 75 ml. de gel natural al día en ayunas.
Mis recetas antiinflamatorias preferidas:
Pudding otoñal de cacao y compota chai
Salmón crujiente en salsa de almendras
Pancakes de avena (sin gluten ni azúcar)
