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Alergias e intolerancias: ¿cuál es la diferencia?

Tiempo de lectura estimado: 3 minuto(s)

Las alergias e intolerancias son dos enfermedades que habitualmente se confunden. En principio, las dos afecciones se basan en el rechazo de algún elemento del entorno por parte del cuerpo. Sin embargo, el origen y control de ambas está dominado por sistemas corporales totalmente distintos. Por ello, conviene explicar de qué forma funciona cada sistema ante los elementos que repudian para comprender correctamente cuál es la diferencia entre alergia e intolerancia.

Alergias

Las alergias están mediadas por el sistema inmunológico. Se producen cuando el cuerpo entra en contacto con un alérgeno. Se denomina alérgeno al elemento o sustancia que  genera rechazo por parte de nuestro organismo a pesar de ser, en un principio, inofensivo.
Nuestro sistema inmune lo identifica como amenaza y lo ataca como si se tratara de un patógeno. El amparo de nuestra red inmunológica se presenta en nuestro cuerpo en forma síntomas. Los más comunes son  picazón, estornudos, lagrimeo o sarpullidos.

A continuación, os hablaremos de los  grupos de alérgenos más comunes. Cuando pensamos en alergia, se nos suele venir a la cabeza algún alimento. Pero, hay otras sustancias que no son comida que también pueden producirla. En función de la persona, grado de alergia, y exposición al alérgeno, la gravedad del cuadro de síntomas podría variar.

Los alérgenos más comunes

Polen: es la alergia estacional más común. Los indicios de esta alergia son muy similares a los del resfriado como lagrimeo, estornudos y congestión nasal.

Polvo: la realidad es, que no tenemos alergia al polvo en sí mismo, sino a los ácaros que viven en él. Los ácaros son insectos diminutos, invisibles al ojo humano que se alimentan de desprendimientos de piel humana. Por ello, disfrutan en las alfombras, cojines y colchones. Su sintomatología incluye picor nasal, taponamiento, estornudos e incluso asma.

Moho: formado por un conjunto de hongos que crecen en zonas húmedas y poco soleadas. Tienen la habilidad de crecer en múltiples superficies a lo largo de todo el año. Las personas que padecen alergia a estos hongos suelen presentar dificultad para respirar, picor de nariz y estornudos.

Animales: la piel y el pelo de los animales poseen algunas sustancias susceptibles de causar cierto rechazo por parte de algunas personas. La rinitis o el asma son los síntomas habituales de este alérgeno. Aunque también, el propio contacto con el pelo o piel del animal podría generar una reacción dérmica.

Medicamentos: los analgésicos, antiinflamatorios y los antibióticos son los fármacos que mayor alergia suelen producir. Los síntomas que desencadenan en el cuerpo difieren. Su manifestación puede ser cutánea –urticaria o eczemas-, respiratoria e incluso neurológica –mareos o vértigos.

Venenos de insecto: las reacciones alérgicas más usuales son las que producen los venenos de los himenópteros -grupo de insectos compuesto por las avispas y abejas-. El cuerpo pude manifestar su rechazo de forma localizada; mediante una inflamación extensa y dolorosa o de forma sistémica o general; a través de urticaria, dificultad respiratoria, nauseas, calambres o mareos.

Látex: la reacción alérgica la producen las proteínas que se encuentran en el látex del caucho natural. Las erupciones cutáneas y dificultades respiratorias son los indicios más habituales.

Alimentos: ¿Sabíais que más del 10% de la población mundial tiene alergia a algún alimento? Los alimentos que más alergias producen son: la leche, la clara de huevo, los pescados y mariscos, los frutos secos, el trigo, melocotón, kiwi y plátano.

La alergia a los alimentos se produce cuando una persona reacciona con síntomas al contacto, ingestión o inhalación de las proteínas de un alimento. La sintomatología que manifiestan las reacciones alérgicas de tipo alimentario son muy variadas, desde hinchazón de labios hasta dolor abdominal.
De acuerdo con la AEPNAA –Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos y al Látex- hay que dejar claro, en caso de la alergia a los alimentos, que la reacción se produce frente a sus proteínas. En caso de reaccionar sintomáticamente frente a su fructosa o lactosa -azúcar que encontramos en la leche-, entonces estaríamos hablando de una intolerancia a estos azúcares, producido por problemas digestivos y no neurológicos.

Intolerancias

Precisamente, la principal diferencia entre alergias e intolerancias es que, las intolerancias están mediadas por el metabolismo. Se dan exclusivamente a partir de la ingesta de determinados alimentos. El cuerpo los rechaza porque no es capaz de procesarlos adecuadamente y lo manifiesta en nuestro cuerpo a través de nauseas, hinchazón abdominal y diarrea. Los alimentos alérgenos más comunes son muy parecidos a los que suelen generar intolerancias. Los síntomas,  están asociados al sistema digestivo y serán más leves que los indicios estomacales de las alergias. Estaríamos hablando de gases, dolor abdominal o nauseas.

La intolerancia a la lactosa es una de las más recurrentes. Muchas personas no son capaces de digerir correctamente los azúcares que encontramos en la leche por no disponer de lactasa en su organismo. La lactasa es la enzima cuya función es procesar correctamente la lactosa. Al no tener esa capacidad de digestión de estos azúcares, el cuerpo reacciona presentando malestar estomacal, diarreas o nauseas. Ya hemos explicado la evolución y características de esta intolerancia con detenimiento en un artículo anterior. Así que, si estáis interesados en saber más acerca de este tema, pasaos por la entrada que os dejo a continuación: Lactosa: por qué hay personas que la toleran y otras no.

¿Por qué ha aumentado el número de alérgicos?

Seguramente, os habréis preguntado por qué hay tantas alergias últimamente. Hemos culpado al exceso de higiene del aumento de este tipo de afecciones. Decimos que mimamos demasiado a nuestro sistema inmunológico al no exponerlo a microorganimos patógenos. Sin embargo, la higiene previene muchas enfermedades que antes sufríamos con mucha frecuencia.

Industrialización

El proceso de industrialización ha traído a las ciudades desarrolladas muchas sustancias artificiales nuevas que antes no existían y a las que estamos expuestos cada día. Estamos hablando de las pinturas, los perfumes o los líquidos de limpieza.
Los alimentos envasados y ultra procesados incluyen todo tipo de sustancias foráneas para tratar la comida de forma que aguanten el mayor tiempo posible sin pudrirse.

Contaminación

Factor primordial del aumento de personas alérgicas. Estamos en contacto con partículas que poseen un nivel de toxicidad muy elevado para nuestro organismo. Incluso, pueden interactuar con los alérgenos potenciando su actividad. Las partículas tóxicas de los motores de diésel forman una película que recubre las partículas de polen incrementando su poder alergénico.

 

La intolerancia al glúten es algo cada vez más común hoy en día, cuando esto sucede, hay que buscar sustitutivos de las preparaciones que lo contienen.
Las harinas de frutos secos son una alternativa muy apropiada para ello. Así se puede disfrutar de estas deliciosas tortitas y gofres. En general, seguir un estilo de vida saludable basada en una alimentación natural y ecológica ayuda a regatear estas sustancias tóxicas que contienen los alimentos envasados y ultra procesados.

Y vosotros ¿sois intolerantes o alérgicos a algún elemento?

 

 

Niklas Gustafson
Autor del post
Niklas Gustafson

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